Jessica Chastain aborda la complejidad de las relaciones en su nuevo trabajo
La actriz presenta en San Sebastián 'La desaparición de Eleanor Rigby' y pide en su visita al festival un papel en una comedia
Avalada por una intensa carrera en la que figuran algunos de los grandes títulos del cine de los últimos años, Jessica Chastain clama por una comedia después de varios personajes rotos por la pérdida como en La desaparición de Eleanor Rigby, que promociona en San Sebastián. La actriz de El árbol de la vida y La noche más oscura (California, 1977) llegó el lunes a la capital guipuzcoana donde ha destilado glamour y simpatía en cada una de sus apariciones ante la prensa del festival de cine.
La desaparición de Eleanor Rigby, que supone el debut como director de largometrajes de Ned Benson y está producida por Chastain, es la culminación de un trabajo de nueve años que trata de narrar el amor de dos personas que ven sus vidas resquebrajadas ante una pérdida que no pueden superar.
En un principio, el proyecto eran dos películas sobre la misma historia, una con el punto de vista de Eleonor (Chastain) y la otra con la de su pareja (James McAvoy), que en total tenían una duración de tres horas y fue estrenada en el Festival de Toronto en 2013. Posteriormente, se llevó a cabo una nueva versión en la que confluyen las perspectivas de los dos personajes y que es la que se ha visto en Cannes y en la sección Perlas de San Sebastián. "Ha sido un proceso complicado, muy complicado", reconoce Chastain en una entrevista con Efe, pero está "muy satisfecha" con el resultado. "Normalmente cuando se termina una película, se acaba y punto. Pero en este caso el planteamiento es similar al teatral porque la obra puede seguir evolucionando", considera.
La desaparición de Eleanor Rigby es un proyecto "muy personal", pero "en absoluto autobiográfico", asegura Chastain, para quien no fue difícil ponerse a las órdenes de su ex novio Ned Benson. Admite, eso sí, la dificultad a la hora de volver a interpretar un personaje como Eleanor, "con el corazón roto", porque meterse en la piel de una persona así conlleva luego un tiempo para recuperarse. "Me encantaría hacer una comedia", señala entusiasta Chastain, que no cuenta de momento en su apretada agenda profesional con un proyecto en el que pueda hacer reír.
La intérprete se prepara para encarnar a Marilyn Monroe bajo la dirección de Andrew Dominik. "Será mucho más que una película biográfica", asegura Chastain, que tratará de plasmar en la cinta la "sensibilidad" de Marilyn en una película "feminista" que incluye una crítica a Hollywood.
Otra estrella, Viggo Mortensen, defendió en San Sebastián la poesía y el riesgo de Jauja, una película de Lisandro Alonso que narra, con los planos largos y el ritmo lento característicos del director, la historia sobre un capitán danés que emprende un viaje por la Patagonia solitaria del siglo XIX. "Lisandro tiene una visión singular, a mí me recuerda a autores como Tarkovski", dijo Mortensen. "Creo que es bueno hacer las películas que a uno le gustaría ver y eso es lo que hemos hecho, sin pensar en que le guste a todo el mundo", añadió el actor.
Por otro lado, los productores audiovisuales celebraron ayer en Donostia el idilio actual del cine español con los espectadores, que permitirá cerrar el año con una cuota de pantalla de en torno al 25%, según las previsiones de la confederación Fapae, que precisó que hasta el día 21 de este mes el porcentaje estaba en el 23,6%.
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