Cultura

Muere a los 87 años el actor francés Jean Rochefort

  • Participó en más de un centenar de filmes, entre ellos 'El marido de la peluquera' y 'El artista y la modelo'

El actor Jean Rochefort, en una imagen reciente.

El actor Jean Rochefort, en una imagen reciente. / d. s.

El actor Jean Rochefort, uno de los rostros más conocidos del cine francés, falleció ayer a los 87 años, según anunció su hija Clémence. El protagonista de El marido de la peluquera, la película de Patrice Leconte que se convirtió en 1990 en un enorme taquillazo, murió en el hospital de París donde estaba ingresado desde el pasado mes de agosto por problemas de salud no especificados. En 1999 recibió el Premio César honorífico al conjunto de su carrera, durante la que rodó 113 películas y varias decenas de proyectos televisivos.

Tras rodar en España El artista y la modelo (2012) con Fernando Trueba, el actor anunció que ponía punto final a una carrera extensísima, aunque la retirada llegaría finalmente algo más tarde. No fue su único trabajo en España, donde fue candidato al Goya al mejor actor por su papel en la película de Trueba: en 1992 trabajó con Jaime Camino en El largo invierno y dos años después participó en Palace, una comedia muda del grupo Tricicle.

Sus primeros papeles estuvieron a la sombra de Belmondo, de quien fue un buen amigo

Su voz grave y profunda, junto con el inconfundible bigote que adornaba su rostro afilado y asimétrico, le conferían una personalidad propia que le hizo ganarse el cariño del público y de la crítica. Vivió también momentos complicados, como el frustrado rodaje de Lost in La Mancha, de Terry Gilliam, un filme sobre la vida del Quijote a la que rodearon quijotescas calamidades sin fin, entre ellas la hernia discal que sufrió Rochefort, que iba a encarnar al crepuscular antihéroe cervantino, y que lo obligó a dejar el proyecto.

Nacido en la capital francesa el 29 de abril de 1930, desde los años 50 se convirtió en uno de los miembros de la llamada banda del Conservatorio, por haber estudiado junto a otras figuras del cine francés como Annie Girardot, Michel Beaune, Jean-Paul Belmondo, Bruno Cremer, Jean-Pierre Marielle, Claude Rich, Pierre Vernier o Philippe Noiret. Sus primeros papeles estuvieron a la sombra de Belmondo, con quien cultivó una sólida amistad. En 1972 dio el salto a un papel protagonista en Les feux de la Chadeleur, de Serge Korber, al que siguieron otros como los que hizo en Le Grand Blond avec une chaussure noire, L'Horloger de Saint-Paul o Que la fête commence, de Bernard Tavernier, que en 1976 le valió su primer César por su papel secundario, un rol que abundó en su carrera más que el de protagonista. No obstante, en 1978 ganaría otro César, esta vez por su papel principal en la maravillosa cinta Crabe-tambour, de Pierre Schoendoerffer.

Rochefort combinó papeles en grandes películas con otros de corte más popular. Irónico y ecléctico, solía morderse poco la lengua, lo que le acarreó alguna que otra polémica. En 2015, en su última aparición en la televisión, admitió haber protagonizado películas "lamentables" y deseó haber sabido "elegir mejor los papeles". "No quiero castigar más al público", ironizó el intérprete, nieto de un cochero y criador de caballos de Dinan, en Bretaña. Rochefort cultivó tal pasión por ese animal que poseía una cuadra e incluso ejerció de comentarista de las pruebas olímpicas de doma.

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