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El editor que soñó sus libros

  • Pedro Tabernero, "elegante francotirador" de la edición en palabras de Javier Salvago, recoge sus trabajos en el volumen 'Tras la imagen / 2'

Una ilustración de Juan Manuel Fontenla para los 'Relatos del desertor del presidio'.

Una ilustración de Juan Manuel Fontenla para los 'Relatos del desertor del presidio'.

En la novela gráfica Crimen en la Villa Ducal, cuyo guión escribió Pedro Tabernero y de cuyas viñetas se encargó el dibujante estadounidense Rick Geary, un editor que responde al nombre de Daniel Miranda tiene como costumbre hacer un único ejemplar de cada libro que publica. No es difícil imaginarse a aquel personaje como un trasunto del propio Tabernero, profesional de la edición que decidió consagrarse a su oficio desde la orilla de la singularidad. "No encontraba en las librerías los libros que yo buscaba. De hecho, cada vez hago libros más insólitos, porque editar libros normales para mí no tiene ningún interés", reconocía en 2017, en una entrevista con el Grupo Joly. "Me considero tan autor como las personas que firman los libros en el sentido de que intento imaginar libros totalmente originales y no editar jamás dos iguales", sostenía en aquella conversación.

Ahora, el volumen Tras la imagen / 2 repasa las creaciones de este "elegante francotirador", como lo describe el poeta Javier Salvago, que lejos de las influencias y las modas que impone el mercado sólo alumbra libros que nacen "de un sueño o una idea propia". Así, su sello ha elaborado volúmenes con bellas ilustraciones que abordaban los encantos de Sevilla, el Guadalquivir, los vinos de Sanlúcar o los olivos de Osuna; y ha recurrido a la mejor literatura en la serie Poetas y ciudades, donde se recuperaron títulos como Sombra del Paraíso de Vicente Aleixandre, Ladera Este de Octavio Paz o Fervor de Buenos Aires de Borges.

El editor Pedro Tabernero. El editor Pedro Tabernero.

El editor Pedro Tabernero. / Juan Carlos Muñoz

Otras propuestas de las que deja constancia Tras la imagen son la Colección Osimbo, en la que Tabernero dio rienda suelta a sus "antojos personales" y dedicó obras a Leonard Cohen, su correspondencia con Juan Romero o el diseñador Heinz Edelmann; Open Spaces, que recorre paisajes como el Cabo de Gata, Cuba y Gibraltar; o Relatos del desertor del presidio, un conjunto de narraciones ilustradas con textos de Julio Manuel de la Rosa, Eliacer Cansino o Javier Salvago.

A este último le sorprende la capacidad del editor para contagiar su entusiasmo y "poner a trabajar a los demás en sus sueños". "La lista de personalidades de todos los campos del arte y del saber [una nómina tan variada que incluye a Miguel García-Posada, Alaska, Luis Eduardo Aute, Andrés Amorós o José Manuel Caballero Bonald] que ha conseguido que, de un modo u otro, figuren en sus creaciones es tan extensa y tan prodigiosa que se podría resumir diciendo, como se decía hace unos años de la televisión, que quien no sale o no ha salido en algún proyecto de Pedro Tabernero, no existe", escribe Salvago. Para el autor de Memorias de un antihéroe, el editor ha ido labrándose en este tiempo una producción "andaluza y sevillana, pero también universal, cosmopolita, moderna, abierta, transgresora, clásica y vanguardista, revolucionaria siempre".

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