Pilar Astola lleva hoy a Cajasol su homenaje a Miguel de Molina

La sevillana presenta en el ciclo 'Jueves flamencos' su espectáculo 'Bailando en plata'

La bailaora sevillana Pilar Astola, ayer en las inmediaciones del Centro Cultural Cajasol.
La bailaora sevillana Pilar Astola, ayer en las inmediaciones del Centro Cultural Cajasol.
Francisco Camero Sevilla

12 de diciembre 2013 - 05:00

"Estoy enamorada del personaje, no me preguntéis por qué, porque no llegué a conocerlo personalmente ni nada, pero me identifico mucho con él, con su forma de ver el arte, con su valentía y su rebeldía, con su nobleza y su bondad, con la manera en que tuvo que aprender a aceptar la realidad de la vida, pero siempre con dignidad, con la cabeza alta. A veces, de broma, digo que me siento casi poseída por él", dice Pilar Astola, que presenta esta noche en el Centro Cultural Cajasol, dentro del ciclo Jueves flamencos, el fruto de su devoción por Miguel de Molina. Un homenaje, eso sí, advierte, que a pesar de que incluirá temas popularizados por el cantante malagueño y fallecido en el exilio en Buenos Aires, entre ellos La bien pagá, El día que nací yo u Ojos verdes, será "muy flamenco". "Porque yo no soy de la copla, yo soy flamenca", dice la bailaora sevillana, a la que se le ponen "los pelos de punta" con sus compañeros durante los ensayos del espectáculo, titulado Bailando en plata.

"Pensé mucho en lo que pudo sentir Miguel de Molina 10 o 15 minutos antes de morirse, así de crudo. ¿Qué se le pasaría por la cabeza? Porque murió solo", dice Astola, nacida en Triana, hija del matador de toros Rafael Astola y de la bailaora Pilar Vargas, discípula en especial de Eulogio Serrano, Manolo León y Pepe Romero: "pienso en ellos en absolutamente cada cosa que hago", dice. Los "flashes" de esos momentos finales y definitivos, explica, "son el espectáculo", que ella define como "profundo y muy humano, muy de verdad, auténtico", y lleno de "sentimientos con los que cualquier persona puede sentirse identificada".

"Y sobre todo estoy muy contenta con el elenco", añade Astola, que se hará acompañar en el escenario de la sala Joaquín Turina por Cristina Rodríguez y Antonio Santiago al cante (este último, en el papel protagonista, en el papel de Miguel de Molina), por Beatriz Santiago, Juan Martín y Abel Harana al baile, y por Juan Carlos Berlanga (guitarra) y Raúl Herrera (violonchelo), junto con ella misma, que encarnará a la madre del cantante, una madre que puede verse, explica la creadora de Bailando en plata, literalmente, como "la persona que lo ha parido", pero sobre todo en su dimensión alegórica, como su "madre patria, primero España, que observa lo que está ocurriendo", afirma en referencia a sus problemas durante la dictadura franquista debido a su condición de homosexual y a sus simpatías por el bando republicano, "y más tarde Argentina, que lo acogió", y donde murió en 1993 a los 85 años.

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