Rodrigo Cortés, a punto de rodar 'Red lights'

Rodrigo Cortés, que ha conseguido con su película Buried (Enterrado) 10 nominaciones a los premios Goya de este año, "estaba seguro" de que el guión escrito por el americano Chris Sparling sobre un contratista civil que está en la guerra de Iraq encerraba "algo único y literalmente inédito", que le produjo vértigo y, a la vez, le dio una "gran fe". Cortés, nacido en Orense en 1973 por decisión de su madre, gallega, pero de corazón salmantino, donde vivió hasta 2008, cuando se trasladó a EEUU para trabajar, considera que su prioridad es "el control creativo y rodar donde mejor pueda hacerlo: lo haría -asegura- en cualquier rincón del planeta".

Tras ver los resultados de su primer largometraje Concursante (2007), Cortés se convenció de que "no se puede dar nada por hecho", ya que "hay un montón de variables que escapan a tu control". Su nuevo proyecto, Red lights, consiste en un thriller paranormal sobre el mecanismo de percepción del cerebro humano, que tiene como protagonistas a Robert de Niro, Sigourney Weaver y el argentino Leonardo Sbaraglia.

El joven director ha desvelado que el papel que le reserva al gran actor estadounidense y legendario intérprete de Taxi driver es "una presencia muy poderosa, bipolar, muy magnética y creo que va a hacer que se nos caigan a todos los pantalones". Ambientada en el presente y con un carácter científico "muy riguroso", según el director de Buried, esta nueva película se empezará a rodar la semana que viene en Barcelona.