Tom Hanks regresa a la dirección con 'Larry Crowne'
El actor protagoniza la película, en la que está acompañado por Julia Roberts
Tom Hanks lo tiene claro. Puede que en el cine americano haya Tarantinos y demás chicos malos, pero ese no es su espejo. Prefiere mirar hacía atrás, a la época de los grandes clásicos, cuando las estrellas del celuloide no eran ambiguas y ocultaban secretos, sino que eran gentes de una pieza. Hanks es serio, buen padre de familia y hombre de una pieza. Además, suele coger proyectos que huelen al viejo Hollywood, películas a las que podían ir hijos padres y abuelos sin ruborizarse. Lejos quedan ya los tiempos en que se dio a conocer como ídolo juvenil con las comedias gamberras de los 80, tipo Despedida de soltero. Los dos Oscar consecutivos (imitando a su adorado Spencer Tracy, uno de los grandes intérpretes del Hollywood clásico) que obtuvo en los 90, por Philadelphia y Forrest Gump, le encumbraron definitivamente. Pero es curioso que cuando Tom Hanks se aleja de sus estereotipos, y realiza papeles más complejos, es cuando obtiene sus mejores resultados. Tal es el caso de su atribulado capitán de Salvar al soldado Ryan (dirigido por Steven Spielberg), el torturado pistolero de Camino a la perdición (Sam Mendes) o el tour de force en solitario de la estimable Náufrago, de Robert Zemeckis, uno de sus directores estrella. En todo caso, su solidez ha hecho que todos los grandes del Hollywood actual hayan confiado en él.
El actor, como muchos compañeros de profesión, sintió en su momento el gusanillo de pasarse al otro lado de la cámara. En 1995, aprovechando la ola de sus Oscar, dirigió The Wonders, una simpática película en la que narraba el auge y la caída de un grupo de pop de los 60. Tras esta experiencia, Hanks ha pasado 15 años sin repetir detrás de la cámara, hasta que ha decidido repetir con el filme que se estrena hoy entre nosotros, Larry Crowne. Nunca es tarde, una historia muy actual con la sangrienta crisis económica que padecemos de fondo. Aunque hay que precisar que este regreso a la dirección lo ha hecho acumulando varios cargos: ha coescrito el filme con Nia Vardalos, otra actriz metida a cineasta (cuyo éxito Mi gran boda griega produjo el propio Hanks, con lo que todo queda en casa); además, si en The Wonders se reservó un papel secundario (el productor que intenta lanzar al grupo), en Larry Crowne es el protagonista, y se ha buscado como compañera de vuelo ni más ni menos que a Julia Roberts, lo que da un adecuado nivel de estrellato al reparto. La revelación de La duda, Taraji P. Henson, y el cómico afroamericano Cedric the Entertainer lo completan.
Larry Crowne. Nunca es tarde cuenta con una trama en la que, por desgracia, muchos espectadores pueden verse identificados de alguna manera. Un hombre que lleva bastantes años en una empresa, donde ha conseguido altas metas, es despedido. Se encuentra entonces con una gran hipoteca que pagar y una vivienda que la crisis ha devaluado, por lo que no puede venderla para salir del trance. Lo peor es que tiene mucho tiempo libre, y no sabe qué hacer con él. Atendiendo al consejo de sus vecinos, con los que se lleva muy bien, decide volver a estudiar. Se matricula en una universidad donde tiene que aprender a relacionarse con gente más joven que él. Sin embargo, el principal problema vendrá con una de sus profesoras, una mujer de su edad que no es feliz en su matrimonio y empieza a sentirse atraída por un alumno tan especial. A ver si Tom Hanks y Julia Roberts, que ya saben sobradamente lo que es ganar un Oscar, se meten en la carrera de este año con este filme.
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