Democracia evangélica (o Pobre Brasil)

Apocalipsis en los trópicos | Estreno en Netflix

Silas Malfaia, líder de la Iglesia Evangélica en Brasil, junto al presidente y hoy encausado Jair Bolsonaro.

La ficha

*** 'Apocalipsis en los trópicos'. Documental, Brasil, 2025, 116 min. Dirección: Petra Costa. Guion: Petra Costa, Alessandra Orofino, David Barker, Nels Bangerter, Tina Baz, Moara Passoni. Fotografía: João Atala, Murilo Salazar, Ricardo Stuckert, Pedro Urano. Música: Rodrigo Leao.

En su anterior documental La democracia en peligro, también para Netflix, Petra Costa seguía de cerca el proceso de impeachment contra Dilma Rousseff así como las estrategias, presiones y corruptelas judiciales que llevaron al ex-presidente brasileño e histórico líder sindical Lula da Silva a la cárcel en una acción que posteriormente se revelaría como anticonstitucional. Asomaba ya en el horizonte de aquel filme la siniestra figura de Jair Bolsonaro, militar en tiempos de la dictadura de discurso ultraliberal, fe evangélica y burdas maneras populistas destinado a convertirse en el sucesor al frente del gobierno tras las elecciones de enero de 2019.

Lo que ahora nos cuenta este nuevo documental es precisamente el proceso mediante el cual esa Iglesia Evangélica ha ido escalando adeptos entre la población brasileña (hasta el 30% la profesa ya) y cómo ha ido fagocitando la estructura social y política hasta convertirse en el elemento determinante del peso del voto con una radical (mal)interpretación de las sagradas escrituras y un discurso del odio (contra el PT, el marxismo, el comunismo y los derechos de las minorías) liderada por la no menos siniestra figura del pastor Silas Malafaia, sin duda el verdadero poder en la sombra (e incluso a plena luz) en aquella nación.

Estructurada en seis episodios de connotaciones resonancias bíblicas, Apocalipsis en los trópicos consigue meter su cámara en la mismísima boca del lobo para dejar que el propio Malafaia confirme en privado los peores augurios sobre su carácter mesiánico, agresivo y revanchista sin filtros ni ambigüedades, también acercarse a un Bolsonaro títere siempre manejado de cerca o a un Lula ya rehabilitado políticamente que consiguió ganar unas nuevas elecciones que se verían empañadas por aquel infame asalto popular a la Plaza y las sedes de los Tres Poderes en Brasilia en enero de 2023, de una manera muy similar a los acontecimientos de Washington en enero de 2021.

La Brasilia diseñada por Niemeyer emerge aquí como símbolo de la promesa de un futuro de ‘Orden y Progreso’ mancillado ahora por unas fuerzas impulsadas por la manipulación y la fe como motores de un nuevo discurso político profunda y esencialmente antidemocrático. En sus mejores momentos, el relato en primera persona de Costa revela por sí solo la polarización de un país sin visos de encuentro, también algunas estrategias de montaje con música que, como en las escenas finales del asalto, funcionan por sí mismas como elocuentes focos reveladores. También se apuntan las posibles connivencias entre la CIA y la Iglesia Evangélica en el origen de este proceso desestabilizador, aunque el documental no lo desarrolle. Queda al final, eso sí, la constatación de un gran fracaso colectivo, revelado incluso por el propio Lula, en el que ninguno de los grandes dogmas políticos del siglo XX ni las derivas integristas de la iglesia han conseguido apaciguar un presente incierto y de inercias contagiosas.

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