Sonidos para una noche eterna
ZAHIR ENSEMBLE | CRÍTICA
La ficha
****Carretero: 40 años, 5 visiones. Programa: ‘De semillas y raíces, ‘Étude de vélocité’, ‘Parallel lives’, ‘Nox est perpetua’ y ‘Superstition Andalouse’, de Alberto Carretero. Intérpretes: Alfonso Rubio, flauta; Gustavo A. Domínguez, clarinete bajo; Bozena Angelova, violín; Aglaya González, viola; María del Carmen Coronado, violonchelo; Lester Rodríguez, percusión; Francisco Montero, piano. Director: Juan García Rodríoguez. Lugar: Espacio Turina. Fecha: Martes, 11 de noviembre. Aforo: Cien personas.
Cumplía Alberto Carretero cuarenta años en la misma noche en la que el Zahir Ensemble le rendía su personal felicitación con un concierto monográfico con obras que reflejan las inquietudes compositivas del autor sevillano en la última década. Hablamos de uno de los creadores más activos y más abiertos a la búsqueda de nuevas concomitancias, encuentros y desencuentros de la música con todo su entorno científico y cultural, desde la Biología a la Poesía. Fue, por ello, un concierto muy especial y fascinante en el que el Zahir Ensemble consiguió versiones de un altísimo preciosismo sonoro y de una exactitud y precisión sobresaliente, dada la dificultad técnica de la mayoría de las piezas seleccionadas.
De semillas y raíces refleja en su disposición musical la imagen de la semilla que desde un pequeño núcleo se expande y crece a un lado y otro, dando lugar a nuevas formas, siempre cambiantes. Un ostinato se va poco a poco expandiendo desde la rugosidad de una cuerdas supletorias tensadas con la mano y atacadas con rudeza por los arcos, con ese sentido áspero que nos evoca el abrirse poco a la vida de la semilla con esfuerzo desde el interior de la tierra, con los acuciantes slaps de la flauta y el clarinete bajo como acompañamiento. El magnífico crescendo final culmina la eclosión de la nueva vida. La exploración de los caminos del color y de sus combinaciones sonoras caracteriza a Étude de vélocité, que arranca con bellos armónicos de las cuerdas sul ponticello y que se organiza partir de células temáticas que se van reiterando a diferentes velocidades y con intervenciones instrumentales diferentes. Para Parallel lives (inspirada en las Vidas paralelas de Plutarco) dispone Carretero dos grupos instrumentales: violín, chelo y percusión frente al piano y clarinete bajo, en líneas a veces paralelas, a veces complementarias, arropadas por sonidos electrónicos. La pieza más fascinante para mi gusto fue Nox est perpetua, inspirada por el famoso poema de Catulo Viuamus, mea Lesbia, atque amemus. No se puede pensar en un mayor grado de sensualidad sonora ni de intimidad emocional sobre una casi infinita gradación de dinámicas magistralmente administradas por Juan García, en combinaciones instrumentales de fascinante resultado evocador de esa noche eterna de amor y de placer. Para el final se reservó un estreno absoluto, la banda sonora compuesta para la película corta de Segundo de Chomón (1912) Superstition Andalouse, una música de perfiles oníricos, a veces de pesadilla, a veces cómicos, con efectos descriptivos como el galope de los caballos y los golpes de piedra. Fue un feliz final para una noche celebratoria.
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