"La danza debe ser un consuelo en el mundo complejo y violento que vivimos"

Anne Teresa de Keersmaeker. Bailarina y coreógrafa

Con una trayectoria de más de cuatro décadas, la célebre creadora belga Anne Teresa de Keersmaeker, icono de la danza contemporánea europea, vuelve a bailar para rendir homenaje a las canciones y a la personalidad de Jacques Brel. La cita será en el Teatro Central los días 19 y 20 de diciembre.

Anne Teresa de Keersmaeker, el pasado octubre en Tokio, cuando recibió el Praemium Imperiale.
Anne Teresa de Keersmaeker, el pasado octubre en Tokio, cuando recibió el Praemium Imperiale. / Rodrigo Reyes Marín /EP

Anne Teresa de Keersmaeker, figura capital de la danza contemporánea, se formó en la escuela Mudra que fundara en Bruselas Maurice Béjart, y luego en Nueva York, donde conocería, entre otros, al compositor Steve Reich, destinado a convertirse en uno de sus grandes colaboradores.

A su regreso a Bruselas, realizó su primera gran coreografía: Fase, four movements to the music of Steve Reich, que ella misma bailó con Michèle Anne De Mey en 1982, pero fue la música de otro minimalista, Thierry de Mey, la que le sirvió de base un año más tarde para la emblemática Rosas danst Rosas, un cuarteto femenino que supuso el nacimiento de la compañía Rosas y su idilio con muchos aficionados andaluces, tras su paso, en 1984, por el Festival Internacional de Teatro de Granada.

La conquista de Sevilla se llevó a cabo durante la Expo’92 gracias a su inolvidable Mozart/Concert Arias, un moto di gioia. Luego volvería a Reich, (Piano Phase, Druming, Rain…) y se sumergiría, entre otros, en Beethoven, Monteverdi, Bartòk, Schömberg, Biber, Vivaldi, el blues, el jazz (con Miles Davis y Paul Coltrane) e incluso en la voz aterciopelada y contestataria de Joan Báez (en Once, un solo presentado en Sevilla en 2004). Por encima de todos, Bach, al que regresa una y otra vez, sola (Variaciones Goldberg) o hasta con 18 bailarines de varias generaciones (Conciertos de Brandemburgo) porque, según dice, “es una fuente inagotable que siempre me invita a bailar”.

Y es que la música, afirma, es su primer partenaire a la hora de crear. Una música siempre diferente que le exige una estructura y un vocabulario diferentes en cada trabajo. He ahí uno de los secretos de su éxito: crear un estilo propio, perfectamente reconocible, sin repetirse jamás.

Su lenguaje, en el que reinan el círculo, la espiral (una espiral abierta al infinito) y el caminar, oscila entre lo abstracto y lo real. Fuentes de inspiración son para ella la geometría (con sus indescifrables dibujos en el suelo), la matemática, Fibonacci, Brancusi, el taoísmo y, en los últimos años, en los que a veces abandona la caja negra para habitar lugares como el Louvre y otros grandes museos del mundo, las artes visuales.

En su haber, más de 50 espectáculos y un gran logro: la creación en 1995 de la escuela de danza contemporánea P.A.R.T.S. (Performing Arts Research and Training Studios), un centro tan fértil que si ese modelo se replicara en Andalucía para el flamenco, este estaría en la cima de la creación dancística mundial.

Uno de los secretos de su éxito ha sido crear un estilo propio, perfectamente reconocible, sin repetirse jamás.

La P.A.R.T.S. es, además, una gran cantera para Rosas y otras compañías. De ella salió el francés Solal Mariotte, presente ya en los últimos espectáculos de Rosas. Mariotte es el cocreador y el intérprete que acompaña a la veterana ATDK en Brel, que se presentará los días 19 y 20 de diciembre en el Teatro Central.

Con la libertad que la caracteriza, Anne Teresa de Keersmaeker (1960) ha decidido volver a bailar y a desnudarse en el escenario -incluso literalmente- para mostrar, con un desacostumbrado sentido del humor, cómo la danza está por encima del envejecimiento de los cuerpos. Con motivo, de su visita a Sevilla, la creadora le ha contado a este periódico algunas de las claves del espectáculo y de su larga carrera.

Pregunta.¿Por qué ahora un cantante como Brel?

Respuesta.Jacques Brel llevaba mucho tiempo en la lista de músicas que quería abordar. Pero lo decidí cuando me encontré con Solal y vimos que ambos compartíamos esta fascinación por el cantante. Él, que nació en el siglo XXI, es francés y procede del breakdance, lo descubrió hace pocos años en You Tube por lo que tiene una mayor distancia mientras que yo, como belga, siento que Brel forma parte de mi cultura.En realidad, Brel es patrimonio mundial. Una figura verdaderamente excepcional que abordó una multitud de temas que son atemporales: el amor, la muerte, la vejez, la juventud, la identidad, la mujer, la amistad, la infancia…

P.La pieza pone movimiento a una playlist en la que se van desgranando los temas de manera ininterrumpida, ¿cómo ha sido la elección de las canciones?

R.No ha sido fácil porque, aunque tuvo una carrera relativamente breve (murió con 49 años) compuso 350 canciones y grabó nada menos que 150. Durante un tiempo, Solal y yo nos sumergimos literalmente en ellas y en todo lo que las rodeó. En ese sentido nos ayudó mucho la Fundación Brel. Finalmente, decidimos seguir un orden cronológico.

P.El espectáculo empieza con Le diable, de 1953, y termina con Jojo, una canción de su último álbum Les Marquises (1977). Un recorrido con hitos como la Valse à mille temps o la mítica Ne me quitte pas. ¿cómo lo afrontasteis desde el punto de vista coreográfico?

La creadora con el joven bailarín Solal Mariotte en 'Brel'.
La creadora con el joven bailarín Solal Mariotte en 'Brel'. / Rosas

R.Yo creo que el espectáculo refleja la relación entre tres personas: Jacques Brel, Solal Mariotte y yo misma. Es decir, en él está mi relación con Brel, la de Solal con Brel y la que se creó entre Solal y yo. A partir de ahí hemos tratado de desarrollar una estrategia, una escritura coreográfica que no fuera ilustrativa o pleonástica y que incorporara las diferentes miradas que tenemos Solal y yo sobre su música.

“La danza es el arte más contemporáneo que existe porque está ligada al presente. Solo puede suceder aquí y ahora”.

P.Con poco más de 20 años, usted inició una carrera que se suele enmarcar en el llamado teatro danza de los años ochenta, un movimiento innovador iniciado en los setenta por creadoras como Pina Bausch o Carolyn Carlson, junto a otros como el posmodernismo que lideraron, entre otros, Trisha Brown y Forsythe. Aunque no faltan nombres masculinos, el movimiento de renovación de la danza del siglo XX ha estado liderado siempre por mujeres. Usted también empezó trabajando solo con mujeres…

R.Las mujeres han tenido un papel crucial en el desarrollo de la danza y, efectivamente, en los primeros años de mi compañía yo trabajé solo con mujeres, sobre todo, en las piezas en las que bailaba yo. Pero algunos años después empecé a trabajar con grupos mixtos y desde entonces he desarrollado escrituras coreográficas para muchos hombres.

P.Ha afirmado en varias ocasiones que su segundo partenaire, después de la música, son sus bailarines. Empezó a crear con mujeres de una gran personalidad, como Michèle Anne de Mey, Fumiyo Ikeda, Cynthia Loemij o Adriana Borriello antes de afrontar piezas con grupos mixtos mucho más numerosos como Druming o Rain. En su reciente libro, Quand on danse (entrevistada por Laure Adler) dice que la negociación en los grupos es hoy mucho más difícil. ¿A qué se refiere exactamente? ¿Cómo ha cambiado su relación con los intérpretes?

R.Me refería a la complejidad. Los intérpretes son siempre esenciales en mis creaciones. Pero es cierto que el mundo ha cambiado mucho en estos últimos años y con él han cambiado las necesidades de las nuevas generaciones. Cuando se trabaja con grupos grandes todo se vuelve más complejo. Por eso disfruto más últimamente con espectáculos pequeños como Brel.

P.En sus últimas coreografías, como en las de otros creadores, están entrando vocabularios de otros géneros, como el folklore o el hip hop, así como de otros continentes, especialmente de África. El propio Mariotte procede del breakdance ¿Está agotado el lenguaje de la danza contemporánea tal y como lo hemos conocido hasta hace unos años?

R.La danza contemporánea no ha tenido nunca una historia o un lenguaje único como la danza clásica. Siempre ha estado ligada a los individuos. Hablamos de la técnica Pina Baush, la técnica Cunningham, etc. No hay historias agotadas porque la gente ha bailado siempre. Creo que la danza es el arte más contemporáneo que existe porque está ligada al presente. Solo puede suceder aquí y ahora.

P.Además de por su inmenso talento, uno de los motivos de la pervivencia de Rosas ha sido la renovación de la compañía y, en ese sentido, la creación de la P.A.R.T.S. fue fundamental. ¿Qué le impulsó a crear una escuela cuando estaba en la cima de su carrera en los escenarios?

R.Yo me formé en escuelas y a mí siempre me ha preocupado la transmisión del arte a las nuevas generaciones, Para mí era importante crear un lugar donde pudiera plasmar mis experiencias y abrir un verdadero intercambio con otros creadores. En ese momento Rosas era compañía residente del Teatro Real de La Moneda, en Bruselas, entonces bajo la dirección de Bernard Foccroulle. Fue el momento adecuado para que ambos pudiéramos hacer realidad el proyecto: Una escuela para preservar el pasado y construir el futuro. Esa fue la P.A.R.T.S.

P.Por ella ha pasado una gran parte de los creadores que hoy conforman el panorama de la danza contemporánea mundial, desde centroeuropeos como Sidi Larbi Cherkaoui hasta africanos como Maqoma. Un cuarto de siglo después de su apertura, en 2019, hacía ya audiciones en 27 países de todo el mundo. ¿Cree que ha sido la principal responsable de que el centro de la creación europea se trasladara a Bélgica, creando así una tradición que antes no tenía?

R.No soy yo quien debe decir eso. Pero quiero pensar que sí, porque una escuela es transformación; es, por excelencia, un lugar donde se construye el futuro.

P.En la actualidad, muchos artistas, como Carolyn Carlson, insisten en el compromiso que tiene el arte con la sanación de nuestro planeta. Usted afirma que su tercer partenaire, otro de los motores de sus creaciones, es la naturaleza. ¿Qué papel tiene la naturaleza en su trabajo?

R.La necesidad de estar rodeada de naturaleza, de observarla de un modo casi físico, es algo que ha estado ahí desde mi infancia. Pero está claro que en los últimos años hay una preocupación mayor. La crisis climática es evidente y debemos ser conscientes de que si destruimos la naturaleza nos destruimos a nosotros mismos. La observación del mundo animal y vegetal, sus transformaciones, han sido y son fundamentales para mi danza, Todos tenemos una responsabilidad frente a estos temas.

“Debemos ser conscientes de que si destruimos la naturaleza nos destruimos a nosotros mismos”

P.Pasemos ahora a su relación con Andalucía. Rosas llegó en 1984 al Festival de Granada con su ya mítica pieza Rosas danst Rosas. Luego, la Expo’92 de Sevilla, con Mozart, supuso el inicio de una historia de amor que ha llegado hasta hoy a lo largo de 43 años y dieciocho espectáculos. ¿Qué recuerda de aquellas primeras visitas, cuando su compañía empezaba a ser reconocida?

R.Yo era muy joven. Recuerdo que estuve un mes en el Albaicín, yo sola, preparando el espectáculo para Granada. Luego llegó Sevilla. El Teatro Central, nos ha acogido magníficamente siempre. Estoy muy contenta de volver ahora con Brel.

P.Detrás de esos 40 años de presencia en Andalucía está el tesón de Manuel Llanes, director del Teatro Central desde su inauguración hasta su reciente jubilación. ¿Cómo ha sido su relación con Llanes?

R.Manuel ha sido una figura muy importante para nosotros. Creo que, a lo largo de los años, de un modo muy consecuente, muy generoso y muy inteligente, le ha dado al público andaluz la oportunidad de ver, no solo a Rosas, sino a otras muchas compañías internacionales.

P.Algunos creadores han coqueteado con el flamenco (Cherkaoui con María Pagés, Akram Kam y Marlene Montero con Israel Galván…). Usted, que es flamenca, ¿no ha intentado nunca acercarse al flamenco? ¿No ha tenido ninguna propuesta al respecto?

R.Me gusta el flamenco, pero mi conocimiento no es demasiado profundo. Recuerdo la presencia de Antonio Robledo y Susana Audéoud en la Mudra. Y recuerdo que volví de Granada con un disco de Lole y Manuel. También me encantó la película Los Tarantos, con Carmen Amaya, pero nada más.

P.Para terminar, hace pocas semanas ha recibido usted en Japón el Praemium Imperiale, que se considera el Nobel oriental de la danza y que solo tienen figuras como Pina Bausch o Baryshnikov. En su discurso de agradecimiento hablaba del papel de la danza en el mundo actual. ¿Qué la impulsa a seguir bailando y creando a sus 65 años? ¿Qué puede aportar la danza en este mundo lleno de violencia en el que todo se puede consumir a través de una pantalla?

R.Para mí la danza, como las artes en general, tiene tres funciones ancestrales. Una es la celebración. La gente ha bailado siempre en los momentos más cruciales de su vida, ya fueran tristes o alegres. La danza es un modo de celebrar; pero es también un consuelo, debe ser un consuelo; en este mundo complejo y violento. Y una oportunidad para reflexionar, para mirar de dónde venimos, qué transformaciones estamos viviendo y qué queda después de los cambios. En ese sentido, creo que la danza es la más verdadera de las artes.

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