Edmundo Paz Soldán: "El avance tecnológico y la devastación ecológica son dos de los más grandes desafíos de nuestro tiempo"

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El escritor boliviano, Premio Nacional de Novela de su país natal, publica una serie de relatos en los que, desde la ciencia ficción, trata temas como los efectos del cambio climático o los perjuicios de la tecnología en nuestro presente

Edmundo Paz Soldán, fotografiado hace unas semanas en Sevilla. / Juan Carlos Vázquez

El comienzo del paraíso. Así se titula el libro que agrupa nueve relatos del escritor boliviano Edmundo Paz Soldán. El autor visitó Sevilla para presentar esta nueva obra, publicada en la editorial Páginas de Espuma y sostenida en el género de la ciencia ficción; una original propuesta –de fondo y forma- en la que se tratan temas como los efectos del cambio climático o la desconcertante transformación de un mundo, o de una época reciente, que en apenas veinte años ha mudado su aspecto de forma radical.

Pregunta.En estos relatos se nos presenta un mundo distópico, aunque no tan alejado de una realidad que hoy día vivimos.

Respuesta.Este libro se podría entender como de relatos de ciencia ficción, pero a mí solo me interesa la ciencia ficción del futuro, es decir, de los próximos cinco o diez años. No me interesa tanto proyectar la historia de nuestras naves espaciales o escribir de la guerra de las galaxias, digamos. Me interesa más bien ver cómo el presente podría dialogar con el futuro próximo, cómo se acuerda lo que podría pasar en los próximos años.

P."El arte ya no es lo que era", dice uno de los personajes de estos cuentos. Imagino que es una metáfora de nuestra actualidad. ¿La humanidad se encuentra en un punto de inflexión respecto de su historia?

R.Creo que la humanidad ha vivido siempre en un proceso de transformación. No hay momento histórico que haya sido estático, solamente que en los últimos años esta transformación ha sido mucho más acelerada debido a la destrucción, a la devastación ecológica, por ejemplo, y también a los grandes cambios tecnológicos que están ocurriendo. Por un lado, el avance tecnológico y, por otro lado, tienes la devastación ecológica, que son creo que dos de los más grandes desafíos de nuestro tiempo. Mis relatos intentan agarrar ese mundo en transformación, un mundo que se está acabando y otro mundo que está comenzando.

P.¿El hecho de alejarnos de la naturaleza –del campo, de lo rural- ha supuesto un cambio significativo en nuestro tiempo?

R.Lo que ahora pasa es que tenemos una especie de doble discurso con la naturaleza. Tenemos el discurso de lo sublime, que nace de la belleza de la naturaleza. Ese discurso está en la filosofía de Kant, en la poesía romántica, en la poesía bucólica, en lo renacentista. El paisaje de la naturaleza es siempre un paisaje romántico, es un paisaje místico, que te puede hacer sentir algo de trascendencia sublime. Pero esa visión de la naturaleza ocurre al mismo tiempo que nuestros gobiernos, y las grandes corporaciones, utilizan políticas extractivistas que van destruyendo esa misma naturaleza que sueles contemplar en una hermosa belleza. En ese doble discurso nos planteamos un dilema: ¿para qué nos sirve la naturaleza? ¿Para encontrar una linda puesta de sol? ¿O para extraer algo que nos va a servir para la comida? Al final resulta que siempre tenemos una relación utilitaria con la naturaleza.

Ciertas actividades que nosotros hacemos mentales, por ejemplo, actividades de desarrollo crítico, se van a ir atrofiando por culpa del avance de las máquinas"

P.También recrea nuestra relación con la tecnología –nos habla de unos robots que podrían reemplazarnos-. ¿Qué desafíos cree usted que tenemos en ese ámbito?

R.No es tanto para nosotros el desafío de que nos van a reemplazar o no, sino de que ciertas actividades que nosotros hacemos mentales, por ejemplo, actividades de desarrollo crítico, se van a ir atrofiando por culpa del avance de las máquinas. Si hace unos años yo podía orientarme de manera topográfica, cartográfica, en un escenario, o en un territorio, ahora por culpa de Google Maps se está perdiendo esa necesidad de educar la orientación. Simplemente vamos donde nos dicen que tenemos que ir. Voy caminando a lo que me indique la máquina, y punto. Otro ejemplo: ya no necesito armar un argumento –por culpa de ChatGPT-. Lo veo en mis estudiantes. Les cuesta elegir sus propias ideas. Creo lo que va a pasar en un futuro próximo es que más y más espacios de nuestra actividad cognitiva mental se van a ver atrofiados. O eso que ya sucede de ver en el móvil el tiempo que va a hacer, en lugar de abrir la ventana y asomarse.

P.Al lector quizá le pueda parecer que este libro mantiene un discurso pesimista. Pero en el fondo intuyo una propuesta esperanzadora.

R.Sí, o sea, yo quería alejarme de esa idea pesimista. Digo que sí, que se acaba un mundo, el que hasta ahora hemos conocido, pero eso también puede ser el comienzo del paraíso. Así se iniciará otro mundo. Con sus buenas y malas cosas. A mí me interesa narrar esa transformación compleja que estamos viviendo.

P.Estos textos se sostienen sobre una base común: la imaginación. ¿Es esta la herramienta fundamental del escritor?

R.Creo que es fundamental tener un tipo de imaginación, que podríamos llamar imaginación política. De hecho, una cosa que me interesa en la ciencia ficción es que nos obliga a pensar el futuro. Pensar cómo dialoga este presente con lo que se va a venir. Me interesa esa imaginación que trata de imaginar futuros para nuestras sociedades. Lo considero un gesto político.

P.Ahora, al menos en España, vemos un deterioro de la imaginación y un exceso de yoísmo en la literatura. ¿Qué le parece este fenómeno?

R.Mi postura al respecto es que no es tanto el yoísmo el problema, sino qué tipo de yo estás narrando. Los desafíos del presente –de tu presente- te pueden ayudar a una expansión del yo, es decir, a tener una conciencia más planetaria. Y por tanto ya no estás pensando en tu parroquia, sino que tienes una mirada amplia. Estoy en contra de toda esta narrativa de un yo donde todo es muy limitado y contiene mis problemas, mis dramas personales, mis pequeñas cositas. A mí lo que me parece fascinante es la aventura de irte un poco más allá y pensar no solamente en la aventura de otros seres humanos, sino también de otras especies en este planeta.

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