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“Ahora unos y otros intentan polarizar el mundo, pero eso es una falacia”

Macaco. Músico

El cantante da un concierto este viernes en Tomares y actuará en las próximas semanas en el Brisa Festival y el Zaidín Rock.

"Las comparativas con otras parejas no funcionan".

Dani Carbonell, conocido como Macaco. / D. S.
Gonzalo Gragera

30 de junio 2023 - 06:02

Hay artistas que tienen la virtud de transmitir un lenguaje y universo propios –ya sea en la pintura, ya sea en la danza, en el cine–. El lenguaje, musical, de Macaco (Barcelona, 1972) es el de las buenas sensaciones, el de la celebración, el de la alegría. Aquello que bien necesitamos en esta época de tantos temperamentos grises e irascibles. Del clásico tema Moving hasta Hijos de un mismo Dios –y tantos otros–, el artista catalán lleva años ofreciéndonos canciones que son panacea del buen ánimo. Resulta imposible no hallar en estos temas un atisbo de esperanza, un horizonte. Eso que suele calificarse de buena vibra. Macaco actúa este viernes en el Open Festival de Tomares. Tiene otros conciertos en Andalucía este verano: el 21 de julio en el Brisa Festival de Málaga y el 9 de septiembre en el Zaidín Rock de Granada. En esta conversación ahondamos en la faceta más creativa y social del músico.

–¿Por qué y para quién hace usted su música?

–Primero para mí. Porque es una necesidad vital. Una catarsis. Un revoltijo interior. Es todo. Y luego, es evidente que me gusta compartir unas ideas o unas propuestas con quien me quiera escuchar. Pero primero me tiene que gustar a mí. Si no, mal.

–¿Cuál es la utilidad del arte o de la música para Macaco?

–A mí lo que me produce la música es cura, porque es pura medicina. También es entretenimiento. Es vida. El otro día decían que, de todas las expresiones artísticas, la música es la más popular. De hecho, yo no conozco a quien no le guste la música.

"Si me preguntan por mis referentes, hablo de artistas. Pero son las personas cercanas en el día a día”

–¿A qué persona o personas le debe el artista que usted es hoy?

–Últimamente he pensado mucho sobre esto. Porque muchas veces te preguntan cuáles son tus referentes, ¿cierto? Yo suelo mencionar a artistas que he escuchado. Pero en realidad, mis referentes y a la gente a la que le debo todo es a personas muy cercanas. Gente que está ahí: mi familia, mis colegas. Yo tengo que dar las gracias, sobre todo, a los que están en el día a día.

–Cuéntenos las claves de su nuevo disco, Vuélame el corazón.

–Este disco es un viaje. Es un disco muy diferente, como se puede ver. En él se habla sobre las relaciones en el amor, no sobre el amor; es decir, hablamos de esas intersecciones por las que pasamos todas y todos. Desde la canción Quiéreme bien hasta el eco de una relación pasada, que es un recuerdo. Son un montón de estados. Me ha encantado hacer este disco. Hemos hecho también una gira por toda España, sin parar. También hemos viajado por Latinoamérica. Y este verano no vamos a parar, igualmente.

–¿Cree que el arte debe reivindicar?

–Yo creo que el arte tiene que ser algo que te salga de dentro. Por otra parte, cuando reivindicas estás muy en el punto de mira. Y sobre todo cuando caminas por los grises, como es mi caso. Hay artistas que se posicionan en un color. Yo hago un montón de cosas. Porque yo creo que las personas somos de muchísimos colores. Tú tienes un día bueno, después un día malo; tienes una opinión sociopolítica sobre algo, luego otra. A mí me pasa eso. Y no me quiero quedar un solo color. Nunca me he creído el todo blanco ni el todo negro. Es lo que decía Dylan: tú puedes tener la razón un rato, otro rato, pero no todo el rato. Ahora estamos en un momento en el que intentan polarizar el mundo, pero eso es una falacia.

"Me da la impresión de que cada vez estamos más agotados de lo digital, de las redes sociales, de Instagram”

–En el ámbito social, ¿qué le preocupa hoy día a Macaco?

–Pues mira: todo lo que está pasando con el cambio climático, por ejemplo. En el 2030 la Antártida ya no estará. Es decir, dentro de siete años. Eso está ahí ya. El mundo, todo, es muy fragilito. Otro ejemplo: todo lo que se ha conseguido para el colectivo LGTBI, que parece que ahora hay una corriente fascista que intenta destruir esas creencias que se han conseguido durante décadas. Y todo lo relacionado con la sanidad, con lo importante que es para nosotros. Estos temas son algunas cuestiones que me preocupan y trato, aunque sin caer en el radicalismo, pues lo que creo es, sobre todo, es en el debate. Lo que decía Benedetti: buscar puentes de palabras. También veo que cada vez estamos más agotados de lo digital, de las redes sociales, de Instagram.

–¿Alguna sorpresa que nos tenga reservada en el Open Festival?

–En el Open Festival la gente lo va a gozar. Va a cantar. Va a reír. Va a bailar. Los vamos a poner a todos patas arriba, porque garantizo que van a rumbear. Y sí: habrá sorpresitas. Pero, como toda buena sorpresa, hay que esperar para verlo. Pero adelantamos que la gente se lo va a pasar increíble.

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