Morente compositor
Se hace camino al andar | Aniversario
Hace 50 años, con ‘Se hace camino al andar’, el cantaor se estrenó como compositor
La ficha
'Se hace camino al andar' (1975). Enrique Morente. Hispavox.
Tangos de Morente, seguiriyas de Morente, tientos de Morente y fandangos de Morente. Así figuran en la contraportada del disco, junto a otros cinco cantes populares, fandangos de Granada, soleares, taranto, mineras y alegrías. El fandango de Morente había aparecido unos meses antes en el disco Arte y majestad de Camarón, sin acreditar. También los tangos encontrarían sus versiones posteriores en voces como la de Curro Fernández, ese mismo año, informa José Manuel Gamboa.
Morente, como compositor, empezaba a dejar huella en el flamenco contemporáneo. En el flamenco. Incorporan los tangos, además, un fragmento de los Tangos de doña Rosita, es decir, la melodía que Morente inventó para un fragmento de Doña Rosita la soltera de Lorca, que el cantaor interpreta, al menos, desde marzo de1973, cuando aparecen en la serie Rito y geografía del cante, y que no grabaría en toda su extensión hasta En la casa museo Federico García Lorca (1990) primero, y en Lorca (1998) más tarde. Ya ven cómo dejaba madurar el cantaor sus composiciones. Son estos Tangos de Morente un cante a dos voces, en el que el cantaor se dobla sí mismo. Hace unos años en un disco de inéditos apareció la versión a una sola voz que, personalmente, me gusta más. Tiene aquí el cantaor el ímpetu juvenil y también el ímpetu del tablao. Y es que Morente, por estas calendas, se había baqueteado en los escenarios de varios establecimientos de este tipo en Madrid, y grabó el disco con los arreglos y las guitarras de sus compañeros de fatigas en el Café de Chinitas: Manzanita, Luis Habichuela y Amador. El resto de las letras son populares, recogidas en los cancioneros de Demófilo y Rodríguez Marín. Los tientos y fandangos también los compone Morente sobre textos populares de los cancioneros. Le pregunté en una ocasión al maestro si, como figura en los créditos, las seguiriyas de la película Flamenco (1995) de Carlos Saura son una composición de Isidro Muñoz y me remitió, con todo el sentido, a las que se incluyen en este disco, donde está el germen de aquellas. Aquí la voz de Morente, sobre que suena pujante y juvenil, también presenta una faz de experiencia y madurez sorprendente.
En realidad, hay una continuidad natural entre las dos partes del disco, y las músicas propias compuestas sobre la tradición como las tradicionales adaptadas hasta el punto de hacerlas propias comparten el mismo espacio en el disco. No es un disco dividido en dos partes sino un todo. Por soleares, a dos guitarras, retoma un cante que ya había hecho en su disco anterior, Homenaje flamenco a Miguel Hernández (1973). Por fandangos de Granada hace el cante de Frasquito Yerbabuena. Por alegrías, a dos guitarras, como solía hacer en el tablao, sigue el modelo valiente de Aurelio Sellés. Completan el disco dos cantes mineros, uno de los emblemas del estilo morentino. El taranto, a dos guitarras, muestra su origen en el baile, en este caso para Carmen Mora, según vemos en la serie Rito y geografía del baile. En realidad, es una levantica a ritmo binario. En la minera, con la guitarra de Manzanita, sigue Morente el modelo de Antonio Chacón. Este fue el comienzo de una gran y fructífera amistad, que cambiaría la fisionomía del cante flamenco: Morente y la composición. Aquí, muy apegado a la tradición, sobre textos populares. Luego haría acto de presencia la poesía y el arte compositivo de Morente crecería para adaptarse a los versos de Lorca, Machado, San Juan de la Cruz y Nicolás Guillén. Para eso debió desprenderse de un elemento que todavía aparece en este disco, la filiación estilística. En el futuro ya no serían tangos, fandangos o tientos de Morente sino, simplemente, cantes de Morente, sin filiación estilística.
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