Una plena mayoría de edad
El Festival de Jazz de la Universidad celebra hasta el sábado sus 18 años con un completo cartel que conjuga conciertos de primer nivel con un ciclo de cine y presentaciones de libros.
En un panorama cultural azotado por recortes y gravámenes, las iniciativas de largo recorrido parecen condenadas a una continua revisión de la que casi nunca salen indemnes. El propio sector público, supuestamente guardián de las esencias culturales, lleva años viviendo en sus carnes estrecheces y limitaciones que han dado al traste con no pocos proyectos con sustancial bagaje. Por ello, es obligado arrojar luz una y otra vez sobre el trabajo que el Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla (Cicus) realiza para difundir y consolidar la cultura jazzística en su sentido más cosmopolita e integrador. Y no únicamente desde el prisma expositivo, mediante un festival que conmemora este año su bien lograda mayoría de edad, sino también desde el habitualmente ignorado y sin embargo fundamental ámbito formativo: su Taller de Jazz lleva más de una década moldeando a músicos y aficionados y generando caldo de cultivo de un sustrato que, más allá de citas estelares y eventos de escaparate, mantiene viva en Sevilla la pasión por el jazz durante todo el año.
El festival refresca en esta edición su versátil oferta. Aunque los conciertos sigan constituyendo el plato fuerte, otras actividades arropan una propuesta que lee con agilidad las distintas conexiones del género musical como eje de una noción cultural donde también tienen voz y voto la creación literaria e investigadora o el cine. De hecho, la segunda edición del Ciclo de Cine y Jazz, iniciado la pasada edición en colaboración con la asociación cultural Apolo y Baco, ofrece tres títulos clásicos en el Cicus, a partir de las 19:00 y con entrada gratuita: La soledad del corredor de fondo (1962) de Tony Richardson (con jam session posterior) el 5 de mayo; Con las horas contadas (1950) de Rudolph Maté el 6; y Un vaso de whisky (1958) de Julio Coll el 7.
El escenario del festival se trasladará el 8 de mayo a la Feria del Libro. Y en este marco nada mejor que una tanda de presentaciones para subrayar la sempiterna conexión entre jazz y libros. A partir de las 13:00, y después del concierto de Miguelo Delgado Only Guitar Music, los focos se centraran en las obras de Tatiana Goransky (la novela ¿Quién mató a la cantante de jazz?), Julián Ruesga (Jazz en español. Derivas hispanoamericanas), Antonio Torres Oliver (El jazz en Sevilla 1970-1995. Recovecos de una época) y Juan Ignacio Guijarro (Fruta extraña. Casi un siglo de poesía española del jazz).
Pero son los cuatro que se celebrarán del 6 al 9 del próximo mes en el Teatro Alameda los eventos que acaparan la máxima atención como dignos continuadores de una brillante nómina por la que han desfilado en anteriores citas nombres del calibre de Geri Allen, Steve Swallow, Uri Caine, Pat Martino, James Carter, Joe Lovano, Steve Coleman o Enrico Pieranunzi. El arranque correrá de la mano del pianista Jacky Terrasson el miércoles 6 de mayo, quien presentará su reciente debut para el sello Impulse!, Take This (2015), en formato trío con Burniss Travis al contrabajo y Lukmil Perez a las baquetas. Nacido en Berlín, hijo de madre estadounidense y padre francés, este pianista tiene una sólida trayectoria que lo ha conducido desde el sensible revisionismo de sus primeras y aplaudidas entregas para Blue Note a un enfoque más plural y permeable, también más controvertido, asociado a influjos latinos o brasileños. La nómina de compositores abordados en su nuevo álbum -de Bud Powell a Henri Salvador, de Luiz Bonfá al tándem Lennon & McCartney- así lo evidencia.
El día 7 el protagonismo pasará a manos del bandoneonista argentino Dino Saluzzi. Su rol como músico especialista, distante del dominante marco anglosajón, revaloriza una crónica difundida durante más de tres décadas por el reputado sello ECM. Su capacidad para desarrollar un lírico sincretismo en el que se hermanan el vasto territorio folclórico latinoamericano -del candombé al tango- con el jazz moderno, empastados por un sempiterno impulso improvisador, ha hecho de Saluzzi un músico singular y valioso. El argentino llega a Sevilla respaldado por un grupo familiar con el que lleva años asociado y del que forman parte su hijo José María a la guitarra, su hermano Félix Cuchara al saxo tenor y clarinete, el hijo de éste, Matías, al bajo y Quintino Cinalli a la batería y percusión.
El día 8, la ya habitual presencia de la Andalucía Big Band, dirigida en esta ocasión por el trompetista norteamericano afincado en España Chris Kase e integrada por nombres relevantes del panorama andaluz como Pedro Cortejosa, Javier Ortí o Javier Galiana, dará pasó el sábado 9 de mayo al concierto del saxofonista Ernie Watts. Heredero de nombre y espíritu de aquel Quartet West del cual formara parte bajo el liderazgo del desaparecido contrabajista Charlie Haden, Watts ha diseñado una trayectoria que ha compaginado su trabajo en bandas sonoras o junto a gigantes del soul como Marvin Gaye o Aretha Franklin con una posterior relación de álbumes centrados en el jazz acústico y donde su musculoso saxo se mostraba seguro y astuto, en especial en su serie para la marca JVC. Clasicista militante, Watts pisará el escenario sevillano a punto de cumplir los 70 y acompañado por Christof Saenger (piano), Rudi Engel (contrabajo) y Heinrich Koebberling (batería).
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