Desde otro ángulo
Sofoco | Crítica
Laura Ortiz Gómez retrata la vulnerabilidad en los cuentos de 'Sofoco'
La ficha
Sofoco. Laura Ortiz Gómez. Editorial Barrett. Sevilla, 2021. 16.90 euros. 128 páginas
Atender desde otra mirada la realidad que sucede en la Colombia natal. Es este el propósito que encontramos en Sofoco, primer libro de relatos de la escritora Laura Ortiz Gómez. Un conjunto de cuentos que se ocupan de la sexualidad y de los miedos de la infancia, del amor homosexual y de la misoginia, entre otros temas. En estas ficciones, los protagonistas son personajes atravesados por la fragilidad y por la vulnerabilidad. En el centro del relato siempre los débiles, los desfavorecidos, y esa tensión constante entre los que dominan y los dominados.
Destaca la capacidad de Laura Ortiz para recrear las atmósferas de cada relato. Las situaciones. El dominio en la técnica narrativa a la hora de precisar emociones y contextos a través de las palabras, de la descripción detallada. Junto con el interesante lenguaje de su tierra natal, que hará delicias en los lectores españoles. Todo ello bien se materializa desde el primer cuento Aíta la muerte, y también en otros que siguen el volumen, como Mingus el ardiente o El corazón del señorito, este último con ese amor ferviente en la cálida ciudad de Cali.
Personajes que transmiten desasosiego y tristeza, también un misterio que nos atrae y que a su vez nos incomoda. Así en La cajita de Avon, un relato en apariencia circunstancial que sin embargo aborda los temas que hemos comentado: la precariedad laboral, el machismo, la necesidad económica, la desigualdad social. Frases que parecen anecdóticas, pero que encierran claves: "Toma el bus de las tres de la tarde. En una bolsa plástica lleva todos los ahorros de su vida". Otro aspecto que debemos tener en cuenta en la narrativa de Laura Ortiz es precisamente este: en la narración circunstancial, sin forzar ni sonar impostado, se van desgranando asuntos relevantes y de interés.
En Sofoco leemos relatos que centran su propósito en uno de los motivos que dan sentido a la creación artistica: ahondar en ese ángulo muerto que no todos ven, pero desde el que recibimos verdades, certezas, reflexiones, etc. Laura Ortiz nos descubre, desde otro ángulo, la realidad de un país y de sus circunstancias. Con toda una carga de discurso generacional. Y lo consigue desde una mirada que se expresa en la naturalidad y en el realismo, trabajando la complejidad desde la sencillez.
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