sí, a todo | Crítica de teatro

Un trío de ases

Abel Mora y Maka Rey en un momento de 'Sí, a todo'

Abel Mora y Maka Rey en un momento de 'Sí, a todo' / Agustín Hurtado

Sí, a todo obtuvo el  Premio Lorca  a la autoría para Antonio Álamo en su última edición. Una obra que es la crónica de la enfermedad, un cáncer de colón, que sufrió el actor protagonista de la función, Abel Mora. La idea surge tras la conversación de dos amigos en el que uno, el actor, le cuenta al autor sus vivencias que desembocaron en más de una decena de operaciones que finalmente le devolvieron la salud.

Todo esto es llevado a escena con una sinceridad, una franqueza que acongoja pero que nunca se separa de la realidad y de una forma de ver la vida que parte de la aceptación y del humor que destila la ciudad de Cádiz.

No es la primera vez que Álamo recrea la idiosincrasia de esta tierra que es cuna de un carnaval singular que se toma el mundo por montera. Pero en Sí, a todo, adquiere una conjunción perfecta entre el drama y el humor. El texto fluye con tanta naturalidad que duele su verdad. Al mismo tiempo, la interpretación de Abel Mora y de ese milagro que resulta ser Maka Rey, convierten a la obra en una delicia trascendente que evoca la alegría de vivir y una forma personalísima de enfrentarse al destino aciago de una  dolencia. Con una factura impecable, es una sorpresa dramática de principio a fin.

La obra Sí, a todo sigue hoy en cartelera y también el próximo fin de semana en el Teatro La Fundición.

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