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CULTURA
El cantante Manuel Carrasco ha decidido abrir su gira de conciertos Corazón y flecha en Sevilla. Ciudad en la que cerró su tour el año pasado y a la que esta vez, como una muestra del amor que siente por la ciudad, regalará una doble cita. Esta noche repetirá jugada en el Estadio de La Cartuja. Entre ambas fechas sumarán 140.000 seguidores. Una cifra al alcance de unos pocos, normalmente estrellas internacionales que acostumbran a llenar estadios allá donde pisan. Este número récord hizo que algunos asistentes consideraran al onubense como "el Coldplay andaluz". Grupo británico que ha pasado esta misma semana por Barcelona montando una auténtica fiesta que se alargó a los cuatro días.
También en Twitter, otros usuarios pusieron de relieve, justo después de terminar el espectáculo, que la "energía" que el cantante "transmite durante todo el concierto" y la "cantidad de gente de todo tipo que puedes encontrar" eran los dos factores que convertían los shows del de Isla Cristina en únicos. Lo cierto es que había de todo: desde familias con pequeños que, después de ver a su estrella y esperarlo con muchos nervios, terminaron exhaustos en brazos de sus padres. Pero también había grupos de amigos de todas las edades que bailaron y cantaron junto a su ídolo el repertorio completo: Ya no, Qué bonito es querer, Fue, Tambores de guerra o Me dijeron de pequeño.
En general, la sensación era la misma y se resume en otro comentario de Twitter: "Hemos sobrevivido a un concierto espectacular, como siempre, de la mano de un maestro que lo ha dado todo incluso bajo la lluvia. Lo de Manuel Carrasco en Sevilla es mágico, no tiene límites". Entre las caras conocidas que no dudaron en deleitarse con el onubense estuvieron María del Monte y Pastora Soler. La primera fue aplaudida desde la grada y la segunda disfrutó desde el primer minuto.
Dada la enorme cantidad de personas que se movilizarían hacia el Estadio de La Cartuja, el Ayuntamiento de Sevilla activó un plan de movilidad en el que se intensificaron los autobuses que accedieron a la zona próxima al recinto, tanto antes como después del concierto. Además, se reforzó el cercanías que para en la estación más cercana al Estadio.
No obstante, muchos asistentes decidieron utilizar su coche para salir y otros tantos fueron recogidos en las zonas cercanas, ya que los aledaños estaban cortados. Esta situación provocó un enorme embotellamiento en la rotonda frente al Puente del Alamillo que dejó a muchos ciudadanos atascados en plena glorieta sin posibilidad de moverse durante casi una hora.
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