Qué bonito cargo! camareras de la Madre de Dios, hay una serie de hermanas que hacen una labor callada con gran amor y dedicación son las camareras de las vírgenes. Tengo la suerte de conocer a varias y su trabajo es muy importante en la vida de las hermandades. Ellas están pendiente del ajuar de la Virgen de su cuidado, ampliación, limpieza, planchado... Trabajos que realizan con gran mimo y primor, porque ellas tienen el honor de preparar y cuidar las ropas y enseres de la Madre de Dios y todo lo hacen con gran desvelo y esmero, para que todo esté a punto y perfecto para su Virgen, para cuando el vestidor vaya a cambiarla de ropa exterior. Lo van preparando con tiempo, sin prisas y con gran cariño, es como un rito o mejor dicho, estos cuidados son plegarias íntimas y vivencias con su sagrada imagen, difíciles de explicar en estas breves líneas.

Esta labor de las camareras, desconocida para algunos, es constante durante todo el año, pues el ropero de la Virgen hay que mantenerlo y conservarlo, incluso ampliarlo como ocurre en muchas hermandades, donde un grupo de mujeres, al frente de la camera, recaudan fondos para poder ampliar el ajuar de la Hermandad en una incesante labor; en algunos casos también se une el cuidado de los altares y de las imágenes secundarias. Estas tareas tradicionalmente la han realizado las hermanas, en algunas hermandades se heredan estos cargos de madre a hija y en otras son las esposas de los hermanos mayores, siempre ratificadas por la respectiva junta de gobierno. También se da el caso de hermanos que visten interiormente a su Nazareno o Cautivo, que también es un gran honor.

Estas tareas de las camareras son muestras de amor y de fe constante de estas hermanas con la Madre de Dios, ¡qué honor más grande cuidarla y mimarla! Sin embargo, la sencillez de estas cofrades es notoria y ejemplar como su misión, que hacen de una forma íntima y privada. Yo siempre me he preguntado de qué hablan estas hermanas con su Virgen al tenerla tan cerca, al conocer sus secretos más profundos...