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Diez negritas

Diez negritas

Un Debate sobre el Estado de la Comunidad rara vez mide el Estado de la Comunidad. Importa más el debate, de hecho, que el estado de la Comunidad. Claro que será útil calibrar el clima previo de los presupuestos, y habrá tralla interesante sobre la atención primaria con el horizonte oscuro de la pandemia, pero sobre todo éste es el debate con el que se ubican las piezas en el tablero político. Por eso, más que el Estado de la Comunidad, suele mostrar el Estado de los Liderazgos, o el Estado de las Alianzas. (Spoiler: esta cita debería ser complicada para el presidente, pero todo apunta a que va a ser más dura para la ex presidenta).

Estado de la Corrupción

En un momento en que la pandemia cabalga sin control, y la crisis va a arrasar la economía española más que ninguna otra, la corrupción por lógica debería estar en segundo plano. No es así. La actualidad eleva la temperatura de la sobrerrepresentación habitual. A pesar de Gürtel y el pulso judicial, Andalucía tiene agenda propia. La coalición gubernamental sabe que ésta es un lastre para el PSOE, y no va a aflojar la presión. Los ERE, con el enjuiciamiento en otra pieza separada de altos cargos ya condenados, el Caso Isofotón, la Comisión Faffe… demasiado lastre. Loles López, secretaria del PP andaluz, apostillaba que el empeño en apropiarse del poder judicial se explica por este lastre. La muerte de Javier Guerrero ha recordado el aguafuerte del reparto de fondos Pormisco, cuando se daba pasta "Pormisco…jones".

Juan Marín.

[Anuncio de la Ley Antifraude] “Formó parte de los acuerdos que yo como presidente de Ciudadanos firmé con la señora Díaz en la anterior legislatura, pero no se llevó a término. A pesar de la insistencia. Recuerdo –enero de 2018– cuando la señora Montero me anunció que iría al Parlamento; pero finalmente se acabó la legislatura y no se llegó a debatir. Yo creo que la corrupción ha sido una espina clavada en el corazón de los andaluces durante muchísimos años”.

El consejero de Regeneración no sólo exhibe la Ley Antifraude que va a llevar al Parlamento el actual Gobierno de coalición, sino que pone en evidencia que fue desatendida por el PSOE.

Elías Bendodo.

“No se crea el grupo socialista que la pandemia u otras cuestiones hará olvidar una de las prioridades de este Gobierno, que es recuperar hasta el último céntimo de lo que usted y su gobierno defraudaron a los andaluces, y se quedaron con el dinero de los parados andaluces con el tema de los ERE. Vamos a recuperar hasta el último céntimo”.

Segundo flanco: los escándalos no decaen porque se mantiene la tarea de recuperar el dinero.

Teresa Pardo

“En Ciudadanos tenemos una mala noticia para el PSOE: llegaremos hasta el final en la comisión de la Faffe caiga quien caiga”.

La agenda de la corrupción no va a decaer. Es el aviso. Y esto se va a prolongar cuando menos toda la legislatura. El Gobierno va a hacer oposición retrospectiva a la oposición con la corrupción perdurable. Y más allá de los ERE, esta comisión conecta con un asunto muy epidérmico para el ciudadano de a pie: el gasto de miles de euros en prostíbulos. El coro de voces de la comisión va a mantenerse en escena: “Es la punta del iceberg del entramado de corrupción de la administración socialista de la Faffe. Hablamos de decenas de millones de euros en subvenciones sin justificar, enchufados y adjudicaciones a dedo” (Juan de Dios Sánchez, Cs); “esto no era cuestión de, si se me permite la expresión, cuatro golfos. Era una cosa perfectamente estructurada, piramidal donde al final entraban a trabajar todos los amigotes de…” (Erik Domínguez, PP).

Estado de los Liderazgos

Ya se sabe, por el inefable Andreotti, que el poder desgasta, pero más desgasta la oposición. Es lo que ha permitido a Juan Marín cortar, de momento, la fractura de Cs. Se verá. En cambio, la izquierda está en dos procesos de mayor desgaste: la desintegración de Adelante Andalucía, y la aluminosis en el PSOE andaluz que debilita internamente la consistencia estructural. 

Amparo Rubiales.

"Duele no estar, verdad? Te lo has ganado a pulso!"

A veces una anécdota, como advertía D’Ors, puede ser elevada a categoría. Rubiales, veterana que disfruta del rol de outsider, respondía al tuit del 12-O de Susana Díaz y le reprochaba su contribución a la derrota electoral, acusándola de habérselo ganado a pulso ella misma no estar en el Palacio Real. Eso desató furias enfrentadas de militantes y adláteres. Al margen del teatro de pasiones más o menos mezquinas, sirve para aquilatar las heridas. “Practiquemos la sororidad”, apelaba Verónica Pérez, como si ya no quedara otro recurso. El líder de los socialistas de Jaén señalaría después en 7TV ese problema de liderazgo: "Es muy importante que no nos equivoquemos cuando elijamos quién es el referente electoral. Una persona que tenga más consenso y sea capaz de despertar ilusión y defienda Andalucía, no un proyecto personal. Jaén no se pondrá de perfil".

Susana Díaz.

“No vamos a permitir que nadie de la derecha nos siga pisoteando, insultando permanentemente a miles de hombres y mujeres que están levantando nuestra tierra, y que han levantado aquellos otros territorios a los que han acudido en España”.

Ayuso ha prestado una oportunidad a la izquierda, con su análisis chusco de brocha gorda sobre los territorios subvencionados, de enarbolar el discurso del agravio y la autoestima humillada. Pero no parece haber cuajado esta vez. La frase de Ayuso, con el tono faltón de la derecha mesetaria, no era un ataque directo como en otras ocasiones; y la excesiva sobreactuación ofendida acabó por quitar potencia al episodio. Susana Díaz ha surfeado con éxito muchas olas así, pero esta vez se le vino abajo la retórica del “no vamos a permitir que nadie de la derecha nos siga pisoteando, insultando permanentemente…”. Probablemente muchos pensaron que lo de Ayuso era una estupidez grosera, pero no el primer acto de un drama de Echegaray.

Estado de las Alianzas

En el bibloquismo que reemplazó al bipartidismo, hay fisuras. Entre PSOE y AA hay un abismo, aunque una vez que se desconecten los Anticapitalistas, no habrá problema futuro para pactar con IU-UP siempre que se mantenga la alianza en Madrid. La coalición de Gobierno PP-Cs es muy sólida, mucho más que en otras comunidades, pero Vox mantiene una estrategia elástica –momentos relajados, momentos de tensión– que a veces interesa a Cs para marcar distancias, al menos una de las dos almas de Cs.

Alejandro Hernández.

“Si nos sigue buscando va a acabar encontrándonos”.

El líder de Vox expresaba su hartazgo con la consejera de Igualdad después de que ésta presentara el teléfono de la violencia intrafamiliar, a demanda de Vox pero desmarcándose de éste porque “lo que piense Vox depende de Vox, no tiene nada que ver conmigo”. En el lenguaje à la page, lo de Alejandro Hernández sonaba a “primer aviso”. A Vox le va bien la tensión con Cs.

Rocío Ruiz.

“Que quede claro. El teléfono de atención a la violencia intrafamiliar NO va a sustituir en ningún momento a ningún recurso contra la Violencia de Género, que es la violencia que sufren las mujeres por el mero hecho de ser mujer. Todos estos recursos siguen activos y reforzados”.

Está claro que Rocío Ruiz va a seguir buscándolos. Un día después, ese mensaje, sin citar a Vox, trataba de mantener la hostilidad que tensa la relación entre dos de los tres partidos de la mayoría, que no quieren ver diluida su identidad propia en la unidad de esa mayoría. A Cs le va bien la tensión con Vox.

Estado de la Pandemia

Por supuesto, la pandemia estará en el debate. Aunque Andalucía aún tenga color naranja de riesgo medio, con la mitad del país en los rojos de riesgo máximo o alto; el semáforo europeo recuerda que todo el país está pintado de rojo con los estándares continentales, no los de Moncloa. No hay margen para la complacencia. Aunque se haya desactivado el vaticinio del holocausto del regreso a la escuela que la oposición trató de convertir en un aquelarre; la atención primaria es un frente desastroso que agudiza la sensación de desprotección de la ciudadanía, y por tanto es un frente volcánico.

Juanma Moreno.

“Los españoles quieren colaboración y que trabajemos todos juntos para salir adelante. No se puede aprovechar la crisis sanitaria para hacer política. Es necesario más diálogo y menos imposiciones del Gobierno de la Nación”.

Moreno no es “el Ayuso andaluz”, como le acusa toscamente Martina Velarde, pero esta semana cometía el error de apelar a trabajar juntos culpando al Gobierno por sus imposiciones. Todo el país ha visto a Ayuso entorpecer seriamente la gestión sanitaria de la pandemia. Y aunque los líderes tienen una cuota inevitable de partidismo por fidelidad a sus siglas, esa no es la guerra. La pandemia va adquiriendo tintes siniestros también Andalucía. Del presidente se esperaba una intervención que transmita a la ciudadanía conciencia de la situación, y además respuestas.

Estado de la Economía

Tal vez constituya el asunto con más enjundia para el debate político. Y por tanto, cabe temer que será el asunto con menos enjundia en el debate. La oposición tiene ya hecho un argumentario sobre el desmantelamiento del Estado del Bienestar y los servicios públicos, que no se corresponde con la realidad del presupuesto, pero se anteponen los eslóganes epatantes a cualquier idea de objetividad. Eso secuestra un debate necesario. Para exigir al Gobierno que exponga lo que va a hacer para afrontar unas perspectivas económicas devastadoras, no sirven los eslóganes sino la radiografía de la realidad presupuestaria.

Rogelio Velasco.

“Ahora hay que gastar, gastar, gastar sin parar”.

Más que ninguna voz de la oposición, lo más interesante en la dialéctica económica ha sido contraponer las voces dispares del consejero de Economía con el consejero de Hacienda. Al modo pelotero de Luis Aragonés, desde Economía se anima a gastar, gastar, gastar…. advirtiendo que “no hay alternativa” al mantenimiento de una política agresiva de gasto público. Y se asocia al discurso de los presupuestos expansivos, expansivos, expansivos, de la izquierda.

Juan Bravo.

"Este gasto lo pagarán las generaciones futuras, hay que hacerlo con cabeza, porque esto ya lo hemos vivido. El riesgo es que dejemos de ser creíbles. Nos la jugamos todos. Defendemos el céntimo, lo llevamos en la cartera, creemos en él. Apostaremos por la sanidad pública, pero con control"

En algún momento se le ha escapado al consejero de Hacienda que los ciudadanos necesitan un padre que les recuerde que lo que se gasta hay que pagarlo, con un paternanalismo que corre el riesgo de infantilizar a la ciudadanía. Pero a Bravo hay que reconocerle el coraje de asumir un papel antipático muy necesario: recordar que las consecuencias de la gestión de hoy la pagaremos después, y la pagarán nuestros hijos y nietos. Las cifras heredadas de 2008 ya son demoledoras. Por demás, recuerda que a la frase de Velasco de “gastar, gastar, gastar” se le está recortando lo que éste decía al final: “gastar, gastar, gastar y gastar… lógicamente en cosas sensatas y que tengan sentido”. Este debería ser el frente central del Debate sobre el Estado de la Comunidad: el equilibrio entre la racionalidad y un gasto tan expansivo como se pueda…. pero todo hace pensar que habrá eslóganes sobre la destrucción del Estado del Bienestar y muchas dosis de y tú más.

Claro que es posible que todo esto sea sólo un vaticino erróneo como las predicciones de Nostradamus, y que el martes se inicie un gran debate lleno de ideas constructivas sobre economía y gestión pública de la pandemia. Es posible. Y también es posible, por supuesto, que en Marte haya chiringuitos donde sirvan gambas y botellines de cerveza helada. Posible es..

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