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DERBI Sánchez Martínez, árbitro del Betis-Sevilla

Sánchez lo pone todo más fácil... salvo a Griñán

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián. / Efe

1. ARBITRARIEDAD.- Se resuelven las dos primeras agencias del cacareado plan de descentralización para reequilibrar el territorio por la despoblación de la España vaciada... y pronto queda claro que todo eso era retórica hueca. Ni España vaciada ni zarandajas. La Agencia Espacial va a Sevilla, candidata clara, pero hay lío porque le escamotean la Agencia de la Inteligencia Artificial a Granada. Se da por descontada la causa: las dos no podían estar en Andalucía. O sea, politiqueo disfrazado de concurso. El Gobierno mintió –¿por qué esta vez iba a ser una excepción?– cuando renunció a la designación discrecional y optó por revestirse de una pátina de respetabilidad con una baremación transparente. O sea, del dedazo al fraude. A estas alturas no está publicada el acta, pero sí se sabe que antes que la puntuación,  pesó la valoración subjetiva del Ministerio de Nadia Calviño, que es, oh sorpresa, de Coruña, como también Yolanda Díaz. Vamos, lo de Carmen Calvo con el centro logístico en Córdoba presumiendo de yo-pa-mi-tie-rra-shi-ca. La alcaldesa de Coruña, Inés Rey, no se cortó en reconocérselo. Nada nuevo. Granada tuvo mejor valoración pero se ha impuesto la opacidad: el Gobierno oculta las puntuaciones, el dictamen se ha publicado incompleto, no hay acta firmada... Blanco y en botella. El alcalde de Granada, Paco Cuenca, antes alcalde que militante, antes de la ciudad que de las siglas, como sólo sucede con los alcaldes, planta cara. Gómez de Celis baja a pedirle que se calle: “prudencia”. No iba a decir “que lo maten” como Michael Corleone, pero ya se le entiende el aviso. El Gobierno tiene difícil salir de este descarado enredo; habrá recurso, y en los tribunales pueden quedar en evidencia, tanto más después de calcular con metodología científica que Granada ganaba por diez puntos. La Junta puntúa gratis reclamando transparencia.

Nota bene: El alcalde de Sevilla ahora habla de proyecto de toda Andalucía, de sinergia regional, lejos de la pataleta del vuelo de Nueva York. A ver si va cundiendo esto en toda Andalucía, y no hablan así sólo cuando ganan, también cuando pierden.

Nota bene 2: En la Junta van a empezar a ser examinados por la ubicación de las agencias andaluzas. Seguro.

2. MALVERSACIÓN.- Al PSOE le preocupa más Junqueras que Griñán, es obvio. Pedro Sánchez quiere asegurarse el poder, no el respeto. Se rinde a Esquerra, y debilita al Estado al margen de la retórica de saldo: rebaja el delito por el que se condenó a los promotores del golpe contra el orden constitucional de 2017, que ahora será más barato repetir. Y, sí, también se humilla al Estado: Puigdemont regresará –ése al que Sánchez iba a traer y entrullar– y Junqueras será candidato en las próximas. Se reescribe el Código Penal a la medida del independentismo catalán, que además exige –exige, sí– que sólo les beneficie a ellos. O sea, José Antonio Griñán y los demás condenados verán cómo el PSOE se pliega a la exigencia indepe de pulir la redacción como un buen traje a medida de Saville Road para que beneficie a Junqueras y Puigdemont, y a otros muchos cómplices del referéndum secesionista, pero se impida que repercuta en otros casos. Que quede claro que ellos están limpios pero los demás sí son corruptos, aunque tampoco hubiera lucro personal. María Jesús Montero, que estaba en aquellos gobiernos andaluces, se encargó impúdicamente de ser quien garantizara a los barones que sólo beneficiaría a los nacionalistas. Incluso con la idea clara de que el Caso ERES es un caso de corrupción, y además mayúsculo, todo esto es bastante sucio.

El presidente de la Junta, Juanma Moreno, en una intervención en el Parlamento. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, en una intervención en el Parlamento.

El presidente de la Junta, Juanma Moreno, en una intervención en el Parlamento. / EP

3. CONFRONTACIÓN.- El PP no tardará en registrar alguna iniciativa sobre las agencias, sobre la malversación, sobre el asalto al Tribunal Constitucional... La agenda del Gobierno Sánchez pone fácil al Gobierno de Juanma Moreno tener también una agenda nacional. Al PSOE esto le tiene ya muy indignado, y esta semana han denunciado esa “confrontación permanente y sistemática, por todo, contra el Gobierno de Pedro Sánchez... y en este sentido es lamentable que de las 20 proposiciones no de ley del Partido Popular, es decir, de las 20 iniciativas que el PP ha presentado en el Parlamento en esta legislatura 19 están dirigidas exclusivamente a buscar la confrontación con el Gobierno de España". Claro que esta estrategia enfrenta al PSOE al problema habitual: durante años, ellos han hecho lo mismo. Y esa falta de autoridad moral mina su fuerza. En definitiva el PP está demostrando, en muchos aspectos, haber asimilado la escuela del PSOE en el poder andaluz. No es raro; tuvieron tiempo para aprender.

   Hacer oposición al Gobierno central desde la Junta es algo que viene de lejos. Manuel Chaves fue un ariete contra Aznar, en aquellos años en que llamaban Los Tres Tenores a BonoIbarra y Chaves como trincheras del sur. También Susana Díaz lo hizo con Rajoy. Ahora, ante el reproche del PSOE, al portavoz parlamentario del PP le basta con tirar del diario de sesiones y hacer números: "Cuando Susana Díaz era presidenta de la Junta de Andalucía, en este Parlamento se registraron, por parte del Partido Socialista, 99 proposiciones no de ley. ¿Y saben ustedes cuántas iban dirigidas al Gobierno de Rajoy, al Gobierno de España? 83. De 99, 83, y tienen la caradura política de venir aquí ahora a decir que nosotros nos estamos excediendo, excediéndonos en nuestro derecho". En fin, seguimos para bingo.

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