Juan Espadas

Forjar Andalucía

14 de junio 2021 - 21:25

La autonomía andaluza no se entendería -ni incluso sería tal y como la concebimos hoy en día- sin la decisiva aportación de Manuel Clavero Arévalo. Su determinación y firmeza a la hora de plantarse frente a un Estado que pretendía ignorar el sentir del pueblo andaluz y evitar que Andalucía se equiparara a las nacionalidades históricas, fue clave para que todos y todas reivindiquemos ahora con sumo orgullo el 28-F, el ser andaluces y andaluzas.

El famoso 'café para todos' que siempre se atribuye a este gran hombre del Derecho no era sino evitar la perpetuidad del centralismo de Madrid sobre aquellas regiones que no fueran las nacionalidades históricas de Cataluña, País Vasco y Galicia. Por un lado, tras el referéndum popular, Andalucía accedía a su autonomía por la vía rápida del artículo 151 de la Constitución, igual que las tres anteriores. Y por el otro, el debate sobre Andalucía precipitó los pactos autonómicos entre la UCD y el PSOE para que el resto de las regiones se convirtieran en autonomías y configuraran el descentralizado Estado de los Autonomías completado en 1983, aunque en constante evolución.

"Sigo pensando lo mismo. Mejor café para todos que para uno solo", dijo Clavero en 2015. En efecto, con sus muchos aciertos y sus errores, que los sigue habiendo, el Estado de las Autonomías ha convertido a nuestro país en uno de los más descentralizados del mundo, acercando la administración a la ciudadanía.

Profeta en su tierra, Clavero Arévalo puede presumir de haber tenido el máximo respeto de todas las instituciones andaluzas -hijo predilecto de Andalucía, Medalla de Oro de la Ciudad de Sevilla y reconocimientos por doquier, públicas y privadas, académicas o surgidos de la sociedad civil- con independencia de ideologías políticas, y en torno a su persona se ha labrado el consenso del afecto.

Tras toda una vida dedicada al Derecho y a la enseñanza, este catedrático Derecho Administrativo y rector de la Universidad de Sevilla a comienzos de la década de los setenta, cuando la Universidad comenzaba a sembrar el espíritu reivindicativo de la democracia, fue profesor de varios presidentes de gobierno, tanto de España como de Andalucía. Yo mismo tuve la oportunidad de aprender y formarme gracias a él. Trabajador incansable, ha acumulado una prolija labor divulgativa sobre el Derecho y la historia de las autonomías, y su pasión por la vertebración de Andalucía, la actualidad y el periodismo le llevó a la presidencia del Consejo Editorial del Grupo Joly.

De todo ese trabajo de divulgación me quedaría con dos títulos: 'El ser andaluz' y 'Forjar Andalucía'. En ellos se resume el mejor epitafio posible de la vida y obra de Manuel Clavero Arévalo. D. E. P.

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