La financiación de las bandas de música en Andalucía depende en demasía de la actividad ligada a las Hermandades. Gracias a las expresiones religiosas la música en Andalucía tiene decenas de miles de seguidores y practicantes, y además también un enorme apoyo económico. Por tanto, renegar de ello solo sería un acto de desagradecimiento, ignorancia, rebeldía y soberbia.

La posible fama que las formaciones musicales puedan adquirir con lo cofrade impregna el devenir de la institución durante el resto del año. Ser famosos por tocar en tal hermandad te puede reportar ser contratado para otros eventos diferentes. Por eso, en toda Andalucía, las formaciones mantienen una descarnada competencia por entrar en las grandes ciudades: Sevilla, Málaga, Cádiz, Granada, etcétera. Esa competencia se juega a todos los niveles. Se lucha por conseguir los contratos a base de negociar con los precios, cada vez más ajustados y asfixiantes para las formaciones. Se ofrece tocar sin parar hasta la extenuación, llevar formaciones más grandes, mejor vestidas, repertorios enormes e inasumibles.

Como en todos los negocios, después de firmado el contrato hay que cumplirlo, y vienen los problemas. Se han comprometido a hacer un repertorio para cada hermandad, lo que conlleva montar 100 marchas con músicos no profesionales, error. Se han comprometido a tocar 10 horas sin parar con músicos no profesionales, error. Se han comprometido a llevar una banda enorme y compensada, error.