Las diez negritas.

Las diez negritas.

Era la semana de los Presupuestos, que garantizan la legislatura, y la reordenación parlamentaria con el golpe en la izquierda contra Teresa Rodríguez estilo "entre todos la mataron…". Pero acabó siendo la semana del incidente en el Parlamento –desde ahora El Incidente, en mayúsculas– que ha golpeado el tablero con más furia de la que predica Ortuzar desde Sabin Etxea. El bibloquismo en Andalucía es definitivamente irreparable, con una polarización que no refleja la realidad de la calle sino estrategias partidistas más o menos desesperadas.

ALEJANDRO HERNÁNDEZ

1| "A tomar por culo, hombre".

¿Qué pasa por la cabeza de un parlamentario al perder la cabeza en un ataque de enajenación transitoria? Alejandro Hernández, aunque represente a una fuerza extrema, es un tipo de maneras correctas y sosegadas... ¿Qué pasó para su reacción ferozmente virulenta e indecorosa? Tal vez, como en aquel viejo cuento de Vicent de los ochenta de un padre que había transigido con todo a su hija (porros, sexo, desplantes…) hasta que un día ella le coge sus discos de Mozart y él la abofetea exclamando "¡No pongas tus sucias manos sobre Mozart!"… Pero ya sea que se colme el vaso o tocar una mala tecla, sencillamente no hay excusas. Hernández ha expresado su hartazgo con ciertas acusaciones, pero un partido con puño de hierro tampoco puede exhibir esa mandíbula de cristal. Sólo le quedaba disculparse por un arrebato injustificable; no hay más solución que la más simple.

SUSANA DÍAZ

2| "Se acabó el teatro, se echó el telón…".

Irónicamente, Susana había escogido en el Parlamento ese arranque teatral, sin saber que, por un efecto metaléptico, el telón estaba a punto de levantarse con El Incidente en escena. De momento, ella se enfrentaba a un Gobierno con presupuesto ya asegurado, y además con pocos flancos claros por los blindajes sociales… Y de repente sucedió. El "a tomar por culo" cambiaba su posición de debilidad en la escena. Es como si estás oyendo a los Niños de San Ildefonso y suena tu número. El PSOE de inmediato entendió el golpe de viento a favor. El espantoso arrebato de Hernández les brindaba, en el Gran Teatro del Parlamento, el papel de depositarios ofendidos de las esencias democráticas. Por momentos parecía que Díaz Pacheco iba a hacerse un Sófocles: "¡Oh, Dioses del Olimpo, violan nuestro recinto sagrado! Hasta cuándo permitiremos este funesto ataque a nuestra Democracia…".

JUAN BRAVO

3| "¿Usted sabe con quiénes están negociando, verdad? Usted sabe que están negociando con Bildu. Sí, sí… Usted me critica a mi con quién estoy negociando yo, ¿y con quiénes están negociando ustedes? De verdad que usted se plantea comparar…".

Bravo había acudido la víspera de El Incidente con la sensación del triunfador de la Feria. Cuentas expansivas, diseñadas para grandes consensos, avaladas por un acuerdo sin grandes desgarros, a pesar de la tensión, por más que la izquierda se negara a negociar. Pero además Bravo contaba con la alianza de Moncloa con ERC y Bildu, que les despejaba el incómodo asunto de Vox. De hecho, Bravo, incluso después de El Incidente, todavía insistiría en la actitud obstruccionista del PSOE que, a diferencia de AA, se habían negado a negociar aun tratándose de unas cuentas que él consideraba especialmente bien cuidadas para facilitar el consenso. Bravo tenía todo bien armado, pero le arrolló El Incidente. Nadie, ni Bravo, podía sustraerse a ese elefante en la habitación.

JOSÉ FISCAL

4|"Es un atentado contra la dignidad del Parlamento, contra la dignidad de los andaluces y andaluzas. Este Parlamento no puede consentir que se ofenda a su presidenta, entendemos que con el agravante de género".

Ni Presupuestos, ni alianzas… El Incidente va a ser, es ya, el gran argumento del PSOE, esgrimiendo la dignidad ofendida de todos los andaluces (entiéndase, andaluzas y andaluces) y de ellos representando a todos los andaluces (entiéndase de nuevo andaluzas y andaluces). La potencia de El Incidente en términos de impacto mediático –un filón colosal en la sociedad del espectáculo– tiene recorrido. De momento van a pedir la reprobación, y raro será que no amenacen con ir al Tribunal de Estrasburgo. No ha faltado siquiera el componente de género.

FELIPE SICILIA

5| "Yo lo que escucho de mis compañeros, lo que demandan los ciudadanos, lo que dicen algunos votantes… lo que nos dicen es que quieren que haya un revulsivo en el partido; quieren que haya un proyecto que ilusione y que haya personas al frente que den confianza. Y estoy convencido que cuando llegue el momento esa opción va a estar".

La reacción sobreactuadísima del PSOE se entiende mejor si se considera que en el partido andaban atribulados con otro mal trago esta semana: una entrevista de Felipe Sicilia en la SER que ahondaba en la debilidad creciente de Susana Díaz. En el PSOE estaban realmente inquietos por lo que diría el socialista jienense al que Díaz despreció semanas atrás refiriéndose a él como un "chaval". Nada incomoda tanto al susanismo como ver circular mensajes en tono correcto deseando una candidatura que suscite ilusión y confianza. De ahí el golpe de fortuna de El Incidente: de inmediato desvió los focos de los dimes y diretes internos, y generó una respuesta cohesionada del PSOE frente a Vox. Oportunísimo.

RODRIGO SÁNCHEZ HARO

6| "Hoy que debatimos los Presupuestos de Andalucía y algunos se dedican a darle aire al PP y a la ultraderecha. Más le valdría apoyar en vez de generar ruido".

Antes de El incidente, de hecho, los portavoces más animosos del susanismo se habían lanzado contra Felipe Sicilia al grito de Una para todos, y todos para Una. Sánchez Haro, como Fiscal, y Carnero, Conejo –más vale ahorrarse la coña del y demás ganado– fueron al unísono contra su compañero con el mismo mensaje: algunos sólo piensan en sí mismos mientras otros trabajamos para evitar que el gobierno liberal fascista continúe hundiendo a los andaluces y andaluzas…, algunos sólo piensan en dividir mientras la extrema derecha…, etcétera. En definitiva, exigían una omertá susanista. La consigna no sirvió para engañar a nadie… pero El Incidente sí sirvió para tapar el mal trago.

JUAN MARÍN

7| "El PSOE se empeñó en romper el bloque de Adelante Andalucía, y ya lo ha hecho, y ahora intenta desestabilizar el apoyo de Vox al Gobierno de PP y Ciudadanos… solo le interesa la bronca, las trincheras y la confrontación, y provocar situaciones tan desagradables como la de ayer fruto de la desesperación de Díaz por la situación interna que vive en su partido… Quien debería disculparse es Díaz, que es quien le ha insultado".

No. Incluso aceptando el análisis, no. La retórica política es cada vez más grosera y faltona, a menudo bordeando el matonismo tabernario, entre la tentación creciente de polarizar con exabruptos altisonantes... y sin duda Díaz entró al cuerpo a cuerpo en el terreno embarrado. Esa espiral debería merecer una reflexión colectiva muy autocrítica que no se va a hacer, porque el mensaje es que la culpa es del otro. Tras El Incidente, la disculpa al Parlamento no se la debe Díaz precisamente. Hay momentos en que uno tiene que saber callar, sobre todo cuando tus palabras sólo van a empeorar el silencio.

MARTA BOSQUET

8| "No hay que darle excesiva importancia, ya que es lo que está ocurriendo a diario en cualquier Parlamento".

Marta Bosquet quiso quitar importancia a El Incidente, algo insólito, por cierto que sea que en cualquier Cámara se abusa de la bronca y la carnavalada, del insulto y los golpes de efecto. El Incidente no es menor, y no basta con reprochar que "las formas no eran las adecuadas", aunque ciertamente Hernández no la mandase "a tomar por culo" a ella. Soprende que la presidenta dé el asunto por zanjado y descarte la reprobación. Es verdad que la Cámara tiende a evitar las reprobaciones –una medida discutible, como ha defendido el propio PSOE en el pasado, ya que reprobarse entre sí supone reprobar lo que han votado los ciudadanos– pero hay antecedentes, e incluso reciente, cuando la Mesa lo hizo con el parlamentario de Vox que retiró unos documentos de la CGT del expositor. Atrás quedan reprobaciones a María Jesús Montero o Emilio de Llera, consejeros socialistas. Y además hay otras modalidades de sanción, sobe todo si Hernández no rectifica. Sólo no hay margen para una cosa: zanjar lo sucedido como una nadería. Y la presidenta del Parlamento no está para defender al Gobierno, sino la institución.

TERESA RODRÍGUEZ

9| "Como no podían ganarnos en Andalucía, se reunieron y pactaron hasta con la extrema derecha. Como no podían ganarnos en Andalucía, se fueron a Madrid para #ArreglarlodelSur. Este es un pacto de Estado contra la izquierda andaluza. Mañana empieza todo".

Lo de "Arreglar lo del Sur", instrucción desde Madrid desvelada por El Confidencial, tiene ecos de guión de Scorsese o de Mario Puzo. Es fácil imaginar la voz ronca de Corleone diciendo "Arreglar lo del sur". Más allá de la retórica mafiosa, la cosa ha resultada turbia. Y Teresa Rodríguez enfatiza un detalle: el apoyo conjunto de PSOE y Vox, porque cuando conviene, por qué no... De momento El Incidente ha desviado los focos, pero quedan 9 expulsados que pelearán y que van a cuestionar a Podemos/IU –como enfatiza Kichi– como arribistas incorporados al establishment junto al PSOE. El lema de los teresistas ahora es Mañana empieza todo, repetido por todos, que es el Demain tout commence de Gaston Bachelard. Son tiempos de lemas, eslóganes, hashtags. Ahora habrá que ver ese ‘mañana empieza todo’ en el país en que Lope de Vega escribió "siempre mañana pero nunca mañanamos".

JUANMA MORENO

10| "Yo soy una persona serena y me gusta la serenidad en mi entorno, y pido que haya serenidad en la vida pública, en la sociedad y en el Parlamento, lo que ayuda en estos momentos difíciles de muchas crisis".

A Juanma Moreno hay algún colega que lo llama Reverendísimo Moreno por su tono, que además se acentúa con las homilías dominicales del estado de alarma. Esta semana, espantado por lo sucedido, se le vio cerca de acogerse a un salmo: "Yo soy un hombre tranquilo, ¡ellos hablan de guerra mientras yo hablo de paz!" (120:7 TLA). Parecía estar deseando regresar a San Telmo a tocar la lira. Pero más que un salmo, va a tener que aplicar la receta que esta semana le recomendaba Ortuzar a Sánchez: el puñetazo en la mesa. Claro que a diferencia de Sánchez, la aritmética a Moreno le deja poco margen. La política andaluza tiende al bibloquismo inevitable porque la derecha depende de Vox, y la izquierda quiere que dependan de Vox porque es su mejor argumento, y por tanto no hay margen a ninguna otra geometría variable. Cuesta creer que vayan a mejorar las formas en el Parlamento, pero el fondo no cambiará con toda seguridad.

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