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Análisis

José García-Tapial

Arquitecto municipal jubilado

Palacio de Monsalves: Una última oportunidad

El autor pone de manifiesto la idoneidad de este edificio para la urgente ampliación el Bellas Artes y para ello expone las conclusiones de dos informes redactados por el IAPH Juanma Moreno promete una ampliación "potente" del Bellas Artes sin concretar lugar ni fecha La triste realidad de los museos de Sevilla

Los coloridos tejados de Monsalves con el Museo de Bellas Artes al fondo.

Los coloridos tejados de Monsalves con el Museo de Bellas Artes al fondo. / José Ángel García

ASÍ como “Una última oportunidad” se ha de considerar la opción de ampliar el Museo de Bellas Artes en el cercano palacio de los Tous de Monsalves, entendiendo que es “la última posibilidad viable de la ampliación de la institución en el entorno próximo del Convento de la Merced”. Así de con esta rotundidad se calificaba, en el completísimo y documentado Informe sobre la ampliación del Museo de Bellas Artes de Sevilla: estudio de viabilidad elaborado por los especialistas del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico en la ya lejana fecha de diciembre de 2005. En estos momentos en que se vuelve a cuestionar la idoneidad de esta solución, creo oportuno aportar los datos y argumentos que la fundamentan, partiendo de este informe como guía y referencia.

En primer lugar, se relacionan en el informe las principales carencias de la sede actual entre las que destacan: espacios para exponer el resto de la colección, en especial lo referente a los siglos XIX y XX, así como también otras disciplinas artísticas, además faltan servicios para los visitantes, áreas de gestión, investigación y conservación de los fondos y salón de actos, entre otros. La necesidad de buscar otro edificio para ello se basa en la imposibilidad de ampliar el actual, bien por remonte o por colmatación de sus espacios libres (patio de las Conchas o antigua Huerta del Convento). Tras descartar otros inmuebles cercanos, el análisis se centra en el Palacio de Monsalves. En este punto conviene cotejar algunos datos objetivos que nos ayuden a dimensionar el problema. La superficie útil del actual museo es de 6.659 m2. La necesaria ampliación, según se cuantifica en este Informe, se estima en torno a los 3.000 m2 de superficie útil, (500 m2 para exposiciones temporales, de 1.500 a 2.000 m2 para exposición permanente de los fondos del XIX y el XX, y 500 m2 más para salón de actos, salas para seminarios y audiovisuales y biblioteca). Unas necesidades físicas, como se ve, relativamente modestas y que no requieren un contenedor de grandes dimensiones para satisfacerlas. Por su parte la superficie útil del Palacio de Monsalves es algo mayor que la del Museo actual, 7.720 m2 (un 16% más), y su extensión duplica sobradamente (257%) las necesidades de ampliación estimadas. Luego, desde el punto de vista de la capacidad física del edificio, esta es más que suficiente para satisfacer las necesidades de ampliación. Pero este no es el único argumento a favor de esta elección.

Patio interior del Palacio de Monsalves. Patio interior del Palacio de Monsalves.

Patio interior del Palacio de Monsalves. / José Ángel García

Otro es su emplazamiento. El Museo de Bellas Artes es pieza principal de un eje cultural (y turístico) que se inicia en el Palacio de los Ponce de León, iglesia de Santa Catalina, Archivo Histórico Provincial, convento de Santa Inés y salas de exposición, Antiquarium, iglesia de la Anunciación, facultad de Bellas Artes. Panteón de Sevillanos Ilustres, Palacio del Marqués de la Motilla, Sala Joaquín Turina, Campana, iglesia de San Hermenegildo, Escuela de Estudios Hispanoamericanos, Museo de Bellas Artes, Puerta Real, Iglesia de San Laureano, prolongándose por la pasarela de la Cartuja, hasta el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. En el centro de este circuito, y a apenas 100 metros del Museo de Bellas Artes se encuentra el Palacio de Monsalves, con acceso desde la calle Alfonso XII. La accesibilidad por las dos calles –Alfonso XII y Monsalves– es, según el informe, una de sus principales ventajas funcionales pues “permite una diferenciación de flujos por tipo de usuarios y la racionalización de los recorridos”.

Históricamente el linaje de los Monsalves se remonta a los caballeros catalanes que acompañaron a San Fernando en la conquista de Sevilla, y que levantaron aquí el palacio renacentista, que reflejó Richard Ford en sus dibujos, y que se conservó hasta que, a finales del XIX es sometido a una reforma integral llevada a cabo por, entre otros, Aníbal González o Juan Talavera, en el estilo historicista del momento.

Esta última circunstancia hace que, el edificio en su estado actual, sea especialmente adecuado para exponer la colección existente de pinturas y esculturas de los siglos XIX y XX, pues la mayor parte de estas obras fueron realizadas para estas casas señoriales de la burguesía sevillana de la época. Esto es, en el entendimiento de que el propio edificio se puede, y se debe, musealizar, tanto por sus valores en sí como por ser parte y contenido de la propia colección. Además la posibilidad de incorporar, y remodelar, el edificio contiguo de la antigua Biblioteca Pública permite ubicar en él los usos e instalaciones más difíciles de conjugar con los valores del edificio histórico.

Imagen del Palacio de Monsalves. Imagen del Palacio de Monsalves.

Imagen del Palacio de Monsalves. / Juan Carlos Muñoz

El informe concluye con un avance de distribución de usos por zonas y una cuantificación de sus espacios, que patentiza la sobrada capacidad física e idoneidad de la propuesta. Así se obtendrían: 1.900 m2 de superficie útil para exposiciones permanentes, 964 m2 para exposiciones temporales, 2.120 m2 para servicios al público (salón de actos, biblioteca, cafetería, etc.) y 710 m2 para sus propios servicios internos (oficinas, taller de conservación, etc.). En total 6.194 m2 de superficie útil, más del doble de la que, inicialmente, se consideraba necesaria para la ampliación.

Todos estos datos, circunstancias y propuestas son conocidos desde hace 18 años. Pero, esta ocasión que refiero, no fue la última vez en que se plantearon para ser elevado a los responsables políticos. En junio de 2013 un nuevo informe del IAPH insistía en los mismos razonamientos e idénticas conclusiones favorables. ¿Cómo es posible que, tras estos rigurosos y contundentes planteamientos, haya todavía quien dude de la idoneidad y, sobre todo, de la viabilidad a corto plazo de esta solución? ¿Cómo es posible que, incluso, se haya insinuado la posibilidad de vender el palacio a promotores privados interesados? Alguien deberá comparecer y pronunciarse sobre el destino de la ampliación con datos, fechas y presupuestos. Sevilla y su museo no se merecen menos.

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