Aacabamos de conocer la magnífica noticia relativa al primer trasplante de intestino tras donación en asistolia realizado en el mundo; en este caso a una niña de 13 meses, que se ha presentado hace unos días en el Hospital Universitario La Paz de Madrid. Como digo, una magnífica noticia.

Son muchas las actuaciones de altísimo nivel que se hacen cada día en nuestro sistema sanitario (trasplantes, diagnósticos, intervenciones quirúrgicas, pautas terapéuticas, etc.), que, aunque tiene problemas u dificultades que superar, muestra de manera continua su enorme capacidad para recuperar la salud de millones de personas en su ya larga historia.

Pero es cierto que los trasplantes de órganos y tejidos suponen una de las actividades más impresionantes para el conjunto de la población porque, además de solventar situaciones de una enorme gravedad y pronóstico sombrío, suponen la expresión de una admirable generosidad por parte de las personas donantes y de sus familiares, al tiempo que expresan un sistema cuya organización funciona a plena satisfacción gracias a la cooperación de muchos y diferentes profesionales y Comunidades Autónomas.

En efecto, la enorme solidaridad que año tras año demuestra la población española con sus altísimas tasas de donación, ponen a España a la cabeza del mundo en esta materia y expresan la gran capacidad de impactar en la sociedad que tiene el sistema sanitario y los asuntos relacionados con la salud.

El sistema de donación de órganos y de trasplantes es un buen ejemplo de la importancia de disponer de un sistema público de salud pagado como los impuestos y, por tanto, en el que paga más quien más tiene y usa más quien más necesita. Una reflexión más que necesaria en estos tiempos de infravaloración de los impuestos en el debate público al que asistimos.

El sistema sanitario es capaz de organizar y poner en marcha unos protocolos que permiten detectar precozmente un potencial donante y asignar el órgano al paciente que más lo necesite evitando cualquier tipo de arbitrariedad y asegurando la confidencialidad de la identidad del donante. Y llevamos más de 40 años mejorando de manera continua el funcionamiento del sistema y consiguiendo que el modelo sea copiado en cada vez un número mayor de países.

Pero la sanidad todos los días hace diagnósticos precoces de patologías graves y aplicando terapias avanzadas que son capaces de curar enfermedades que hace pocos años tenían un pronóstico sombrío. También, con las vacunas, la sanidad consigue la prevención y la práctica eliminación de muchas enfermedades que, antes, generaban un enorme impacto en mortalidad y en incidencia. Y así, con un sinfín de prestaciones.

Por eso, cuando disfrutemos de noticias como esta relativa a un nuevo e importante trasplante, hay que aplaudir a nuestro sistema y, también, acordarnos de las muchas acciones e intervenciones que cada día se hacen por parte de nuestros profesionales en beneficio de millones de personas gracias a tener un sistema público de salud.

Enhorabuena a los profesionales de La Paz, al sistema de trasplantes español, a la familia de la bebé y toda nuestra gratitud al donante y a su familia.