El parqué
El mercado se recupera
Acude el Betis a una cita fuera de fecha por causas mayores y lo hace con el pensamiento puesto en aquel 8 de febrero que originaría una catarsis positiva. Fue un sábado que dio mucho que pensar, ya que irse al descanso 0-2 arriba y acabar perdiendo por 3-2 fue un mazazo que ni siquiera las buenas vibraciones, gol incluido, que ya ofrecía Antony paliaron. Fue en Balaídos, como hoy, ante un Celta en línea ascendente que al final obtuvo el mismo premio que su rival, un puesto en la Liga Europa.
Y ese compromiso continental ha obligado a trasladar a tercera jornada lo que estaba programado para la sexta. Llegan ambos con el ánimo diferente, pues si el Betis se congratula por los cuatro puntos logrados, el Celta sólo atesora uno tras haber caído en casa ante el Getafe y dejar escapar un triunfo en Palma en el último suspiro, más o menos lo que le ocurrió al Betis en Elche. Y con Galicia ardiendo por sus cuatro costados, partido entre aparentemente iguales, pero con la diferencia de considerar refuerzo para el Celta lo que se desechó en la casa verde, blanca y verde.
Y para esta primera vorágine de cuatro partidos en diez días, Pellegrini tiene pocas posibilidades para rotar, ya que la enfermería lo dificulta. Y el último en caer ha sido Pau López, lo que debería conllevar el debut de Álvaro Valles, el hombre que puso en peligro su carrera para posibilitar el retorno al club de su vida, pero Manuel Pellegrini no aclara si será así. Quien la lleva la entiende, fútbol es fútbol.
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