La ventana
Luis Carlos Peris
Se abre la temporada de fuego real
La familia Afán de Ribera, ante la polémica suscitada por la aprobación de la propuesta municipal para dedicar parte del Paseo de Catalina de Ribera a la Virgen de la Candelaria, quiere manifestar lo siguiente:
Por un lado, nuestro más sincero apoyo a los vecinos del barrio de Santa Cruz, que como nos consta se encuentran cansados de los cambios en el callejero de la ciudad y del menosprecio que se hace de los nombres históricos.
Por otro lado, y como es lógico, no tenemos nada en contra de la Hermandad de la Candelaria ni de cualquier hermandad. De hecho, guardamos gran cariño por todas las hermandades de la Semana Santa y por esta hermandad en particular tanto por razones históricas como familiares. Cabe reseñarse aquí, que nuestros antepasados (y más concretamente Don Fadrique Enríquez de Ribera, hijo de Doña Catalina de Ribera) establecieron un Vía Crucis desde la Casa de Pilatos hasta el Templete de la Cruz del Campo en la actual calle Luis Montoto. Siendo este el precedente de lo que hoy todo el mundo conoce como Semana Santa en Sevilla.
Además, ante el desconocimiento general y la grave pérdida cultural que se está produciendo en nuestros tiempos y más si cabe en el ámbito político, la familia Afán de Ribera quiere trasladarles una breve crónica sobre nuestra historia (de la que precisamente Doña Catalina de Ribera es una de las piezas fundamentales).
Nuestro linaje procede del antiguo reino de León y Galicia, descendientes del Rey Ramiro III de León y, como muchas otras familias, acompañaron a los reyes castellanos en la reconquista de numerosas ciudades tras su invasión por los árabes.
Precisamente tuvimos el honor de que, el rey Enrique III nombrase como Adelantado Mayor de Andalucía (lo que en la actualidad sería similar a capitán general de los ejércitos) a nuestro antepasado Don Per Afán de Ribera. Él y sus descendientes vivieron en primera persona la reconquista de los pueblos andaluces hasta culminar con la toma de Granada en 1492. La empresa, como es sabido, no fue fácil ni corta (alrededor de dos siglos).
Una vez asentados en Andalucía, los Afán de Ribera o Casa de Ribera, destacan por su labor de buen hacer, mecenazgo y de algo difícil de entender en aquella época: “conciencia social”. De ahí que Doña Catalina de Ribera donase a Sevilla el Hospital por entonces más importante de Europa para atender a la numerosa población necesitada (actual sede del Parlamento Andaluz).
A nuestra familia se debe además la construcción de la Casa de Pilatos (en la que participó activamente Doña Catalina de Ribera). También colaboraron junto a otras familias sevillanas trasladando la filosofía y el arte del renacimiento italiano a nuestra tierra. Muestra de ello es la propia Casa de Pilatos, la decoración de la misma y el Panteón de los Afán de Ribera, que hoy se puede visitar en la Cartuja de Santa María de las Cuevas (a la que animamos a los lectores a ir para contemplar los sepulcros renacentistas y principalmente, el de Doña Catalina de Ribera).
A lo largo de los siglos, los esfuerzos de los Afán de Ribera han sido reconocidos públicamente en España. En unos casos con la incorporación de nuestro apellido al nombre de algunos pueblos como Paterna de Ribera (Cádiz); en otros, con la incorporación de nuestro escudo de armas a municipios como Bornos o Los Molares, incluso con monumentos como el existente en Humilladero (Málaga).
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