Picaresca para desconvocar

14 de noviembre 2025 - 03:09

Parece imposible un verano en el que no se toquetee el reglamento que rige el fútbol. No se da una tregua en el continuo sobeo a algo que siempre funcionó y que no da motivo alguno a tanta innovación. Pasa como con el balón, que a fuer de explicarse la búsqueda de mejorarlo hace que cada pelota nueva suponga un tiempo de adaptación para el portero en el que se pagan demasiadas facturas. Suele ser el portero el personaje más perjudicado en cada innovación y en este año de gracia, el cambio más llamativo es el del tiempo que un portero puede estar con el balón en sus manos sin devolverlo al juego.

Y en este nuevo cambio se da la circunstancia de que el portero sale ganando, pues se aumenta en dos segundos el tiempo de retención. Hasta ahora eran seis los segundos de gracia y ahora serán ocho con la obligación del árbitro de advertirlo llamativamente con el brazo en alto cuando se cumplan los cinco segundos. De todas formas estamos ante una norma que rara vez se cumplió, pues ¿alguien recuerda que se haya castigado alguna vez tener el balón agarrado más tiempo del debido?

También se beneficia al infractor, pues del castigo de golpe indirecto en el área se pasa a un saque de esquina contra el que infringió la norma y ahí va una diferencia. Por fin el portero, ese damnificado con el toqueteo de la norma, sale beneficiado. Lo que queda en el aire es cuándo van a dejar los mandarines de toquetear el reglamento.

stats