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Análisis

Roberto Pareja

El PP reniega de Génova y la otra España de la Justicia

Casado espanta sus fantasmas a golpe de mudanza en pleno espanto enfrente por el encarcelamiento de Hasel y la absolución de Cifuentes

La expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, el pasado 18 de enero a su llegada a la Audiencia Provincial de Madrid.

La expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, el pasado 18 de enero a su llegada a la Audiencia Provincial de Madrid. / EFE

Pablo Casado quiere poner tierra de por medio con la sede de la calle Génova, por donde se paseaba Francisco Correa como Pedro por su casa y por donde ahora vaga el fantasma de Luis Bárcenas como alma en pena, un hogar amargo hogar caído en desgracia y que para más inri está a tiro de piedra de la Audiencia Nacional, que tiene su calendario judicial lleno de hojas con dos pes. 

Casado me recuerda a mi gatita. que se escondía detrás de una cortina mientras enseñaba el rabo pensando que nadie la veía. El inmueble de Génova, 13 es testigo de grandes gestas electorales y de imperdonables trapicheos. La sede nacional del PP en Madrid se ha convertido en un símbolo más de la corrupción del partido conservador. No en balde los tribunales están juzgando estos días esa reforma que se sospecha que se pagó con 1,5 millones de euros procedentes de la acreditada y patriotera caja B.

Se ignora tanto el nuevo destino del PP como el del uso que se va a dar a su sede cuando se marche. Un banco suizo, una fábrica de maletines, una agencia de detectives y espías o una fábrica de sobres no desentonarían en absoluto con la foto fija que va a dejar en el imaginario colectivo.  

Casado está algo perdido tras el repaso que le ha pegado Vox en las catalanas. Hace dos años afirmaba (maldita hemeroteca) que no renegaba del pasado. "Lo que nos va a reconectar con nuestro electorado no es cambiar nuestro logotipo de color ni irnos al edificio de enfrente", decía justa, precisa y (ahora) sarcásticamente. La verdad es que los sobresueldos no salían por los grifos de los lavabos y que ese inmueble tan cargado de historia e historias debería caer en buenas manos...

Una opción es la de Nikola Macura, un escultor serbio que fabrica instrumentos musicales con material de las guerras que en los años 90 hicieron desaparecer la antigua Yugoslavia. Así, ha fabricado un violonchelo usando un bazuca y un contenedor de gas; una guitarra con un fusil, y un casco del ejército yugoslavo así como un violín con el cargador de un fusil automático y un botiquín de emergencia. Imagínese lo que podría hacer ese artista con las trituradoras, los martillos, los micrófonos, las cajas, las sillas, los sillones y las poltronas de la morada popular...

Pues ya puestos, siguiendo el razonamiento del rompedor Casado, Macura también podría reciclar la sede del Consejo General del Poder Judicial, que lleva dos años en funciones, bloqueado. Además, según el CIS, la mitad de los españoles considera malo o muy malo el funcionamiento de la justicia y escasito el grado de independencia de los jueces es escasito.

Inocentes y culpables se confunden

Una mala prensa que se alimenta con sentencias estrambóticas como la del caso Máster, que se cierra con dos condenas (año y medio de cárcel para la profesora Cecilia Rosado, por falsificar el acta que Cristina Cifuentes exhibió para presumir de que había hecho un trabajo de fin de máster que jamás apareció; y tres años para Maite Feito, la asesora del Gobierno de Madrid que presionó a esta profesora para que entregase esta falsificación). Y una absolución, la de la única beneficiada a la postre:  la ex presidenta regional madrileña, para la que la Fiscalía pedía tres años.

Cifuentes ha sido declarada inocente por falta de pruebas de que fuese inductora de esa falsificación. Para el tribunal, que exhibiera un acta falsificada y se beneficiara de ella "no es más que un indicio" sazonado además con "graves irregularidades". Ni se le vio el pelo por clase, ni fue a los exámenes y ni siquiera conocía a los profesores que pusieron las notas... ¿Qué llevó a Feito a presionar en favor de Cifuentes? ¿Por qué razón cometió este delito? Otra buena pregunta... ¿Qué empujó a esta asesora para que presionase a la Universidad hasta arrancar un acta falsa cuyo única beneficiaria era la ex presidenta madrileña?  

En el juicio, Feito, la profesora de la Universidad Rey Juan Carlos, mantuvo una versión pueril en la que admitió que habló hasta 15 veces por teléfono con la otra condenada por algún raro motivo al que Cifuentes, la de las manos limpias y la conciencia gris, por supuestísimo era ajena.

Efectivamente. Es de coña... Este tipo de sentencias alimentan la desconfianza en la Justicia porque todos sabemos que la que se va de rositas no es precisamente la que menos culpa tiene

El condenado Hasel

La Justicia también tiene la conciencia maltrecha con la condena del rapero Pablo Hasel.

Que nadie se confunda. Este señor es un bárbaro del que no se puede aprender nada bueno. Un artista de pacotilla tan sonrojante como beligerante. No merece mejor consideración alguien que dice cosas tales como: "Ojalá explote el coche de Patxi López". "Que alguien clave un piolet en la cabeza de José Bono". O sobre el alcalde de Lérida: "Merece un navajazo en el estómago, otro en el abdomen y que lo cuelguen en la plaza".

El prenda ya fue condenado en 2014 a dos años de prisión por enaltecimiento de ETA, Grapo, Terra Lliure y Al Qaeda. En efecto. Es un botarate. Por emplear un calificativo generoso. Ahora bien. Arrebatar su libertad y encarcelar a alguien por decir una majadería o incluso por injuriar al Jefe del Estado es una barbaridad. 

El manifiesto suscrito por más de 200 artistas en apoyo a Hasel ha abierto un intenso debate sobre los límites a la libertad de expresión. El dedo no debe tapar la luna. No es de recibo que alguien sea encarcelado por expresar sus ideas por muy burdas, groseras o deleznables que resulten. Cada uno da de sí lo que da. Unos tanto y otros (como Hasel) tan poco... La vida.

Para muchos es razonable que el Gobierno prepare una modificación del Código Penal para que excesos como los del estulto rapero no impliquen una pena de prisión. Otros no piensan lo mismo. Como el alcalde de Madrid, que celebra el encarcelamiento. "Es una buena noticia que un delincuente acabe en la cárcel". Tiene toda la razón.

Lo malo es que no todos los delincuentes acaban en la cárcel. Algunos son intocables, inviolables se dice... Y también los hay que logran que otros paguen su pato.

Cifuentes, Hasel y la cárcel. El rico (casi) nunca entra y el pobre nunca sale. Una vez más.  

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