Pupita por croquetas

16 de junio 2025 - 03:07

Hay un dicho andaluz tan valioso y real como actual en cualquiera de los órdenes de la vida que dice que “vales más por lo que callas que por lo que vales”. Una ley no escrita que se aplica para justificar tanto puestazos como sueldecitos y toda suerte de favores –ya según la escala del demandante– que van desde imposiciones (mordidas) económicas, pasando por información privilegiada y acabando en aceitosas croquetas. A veces ni eso. Simplemente la satisfacción del servilismo les vale a algunos.

Que a 16 de junio no haya un entrenador confirmado en el Sevilla hubiera provocado en otras épocas una auténtica revuelta civil. Otras veces, que no hubiera cuatro fichajes de peso a 15 días de empezar la pretemporada era motivo suficiente como para asaltar el palco. Hoy, la arqueta de las redes sociales es un flotador hinchado de aire que tanto amortigua como que explota en un momento dado. Y para provocar la explosión y esperar a ver cómo se recolocan las piezas siempre hay tiempo, dirán algunos.

En el Sevilla uno intuye la dirección que toma por las sombras que se ven bajo el agua mientras no sacan la cabeza a la superficie ni para respirar. Nadie da una explicación desde el Lunes Santo, día de la presentación de Joaquín Caparrós. A fuerza de suspender exposiciones públicas, resulta curioso cómo se consigue que el tiempo fluya y que a la trinchera lleguen las balas con tan poca fuerza. La consigna es hacer daño pero poquito, pupita que no soliviante demasiado y, sobre todo, que no le dé argumentos al enemigo más capacitado...

Esto ya es una impresión personal, de quien ha vivido medio de cerca –aunque sea poco– el fútbol sudamericano, un fútbol que va 25 años por detrás del europeo siendo generosos y que en el Sevilla ha dejado ejemplos cercanos con Sampaoli y Alonso. En esta situación ampararse en un técnico que no sabe a día de hoy quién es Abde, Moriba o Miguel Gutiérrez, el lateral del Girona, es mojar la mano en aguas con cocodrilos. Imanol sí que sabe...

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