El parqué
El mercado se recupera
Mañana ya estaremos todos pasando lista y la pregunta del millón es la de si cabremos en esta ciudad con las tripas al aire, kilómetros de zanjas, infinidad de vallas e indicaciones que constriñen las vías y... el Metro. Vamos a ver cómo se las avían por la Macarena con sus más amplias arterias hipotecadas por los efectos de la tuneladora y la madre que la trajo a Sevilla. Complicada ha sido la circulación en este agosto de flota automovilística bajo mínimos, cualquiera sabe la magnitud del caos que se nos avecina cuando ya estemos todos aquí, que muy pocos, los auténticos reyes del privilegio y la cosa, serán los que sigan con el ombligo al sol y sin este padecimiento urbano. Y si uno es capaz de llegar a buen puerto, ¿dónde demonios se deja el coche? Si en tiempo de normalidad ya es complicado aparcar a ver ahora. Miedo me da que amanezca mañana, con todos ya en casa y la verdad es que eso, que mejor será quedarse en casa. Al menos los que puedan permitirse ese lujo.
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