Anoeta, rodeo clave para la inflexión

JUGABAN todo de rojo Luis Fabiano y Kanouté, casi nada al aparato, enero de 2011 y triunfo del Sevilla 2-3 en Anoeta. Fue la última vez que el Sevilla ganó en un rodeo que se le suele dar bien, nada que ver con lo a contraestilo que era Atocha para el Sevilla y para casi todos los que aparecían por el vetusto campo donostiarra. Y es que esas Ligas ganadas por los txuri urdin difícilmente habrían sido posibles en el frío Anoeta.

Ha hecho ya un año de la última vez que el Sevilla sacó los tres puntos en una visita liguera. 24 de septiembre de 2012 en Riazor, festividad de la Merced, goles de Negredo y de Rakitic, demasiado tiempo sin cantar bingo más allá del Parque Alcosa y eso genera ansiedad, no es bueno. Un año y cuatro días es demasiado tiempo para un equipo que no se creó para este tipo de marcas, por lo que hay que creer que ya llegó la hora de darle carpetazo a tan desagradable cuestión.

Y, aun respetando la calidad indudable de la Real Sociedad, podríamos convenir en que ha llegado el momento porque ese momento parece propicio para que el Sevilla gane fuera de Nervión. La Real, que pasó por encima del Lyon en la previa de Champions, ha visto cómo la vida se le ha vuelto del revés precisamente por el traspié casero en Champions ante el Shakhtar Donetsk. Su estado anímico bajó al tiempo que subió la población en su enfermería, ergo...

Es buen momento para que el Sevilla dé el golpe que todos esperan en la mesa de la Liga. San Sebastián, Anoeta, es lugar propicio para el aldabonazo, sobre todo tras la inyección de optimismo recibida con la goleada al Rayo. La última vez que ganó allí fue en enero de 2011, luego dos derrotas que dolieron, sobre todo la última en vísperas navideñas. No puede el Sevilla vivir más tiempo donde vive ahora y estoy convencido de que Anoeta puede y debe ser punto de partida.