HAY que tener vocación de madrugada para encontrar a Íker Jiménez, en las profundidades de Cuatro, con sus inquietantes operetas y sus interrogantes engolados. Es un filón en su género, aunque Cuarto milenio parece muchas veces girar sobre su órbita, en una galaxia muy muy lejana. Entretiene y da miedito si no se pide nada más.

Las presuntas apariciones marianas en El Escorial han sido tratadas en distintas ocasiones por la cuadrilla de Jiménez. Se prestan a muchas dudas amarillas, aunque tampoco sería plan de tomarnos todo eso muy en serio. Los ochenteros trances de Luz Amparo Cuevas son bastante cuestionables, con esa promesa de la Virgen María de un manantial que curará cuando a su lado se erija una capilla en su honor.

El programa de Gloria Serra, Equipo de investigación, se introducía en la medianoche del viernes en el emporio espiritual que se ha construido en torno a las visiones de Cuevas, con el beneplácito del Arzobispado de Madrid. A cambio de que la orden siga dentro de la Iglesia, y surtiendo de sus buenos recursos, se les pide decoro espiritual y discreción. Mientras Cuarto milenio ha solido tratar el asunto desde la rendija paranormal, Equipo de investigación (en pugna con el Diario de… la Milá, anoche), ahondaba en el asunto desde el periodismo sensacionalista de denuncia. Exagerando algún detalle y con algún testimonio obtenido de aquella manera, este Equipo de investigación ofrecido a deshoras advierte de la creciente influencia de facciones reaccionarias en la Iglesia Católica española, aprovechando la vulnerabilidad de muchos creyentes. Desde varios flancos hay gente que quiere que andemos unos cuantos pasos atrás de todas las conquistas sociales, morales y económicas que nos hemos ganado a pulso. La crisis ha llegado a poner el cartel de rebajas a la fe.