Tras la eficiente metástasis que las cloacas de las redes han trasladado a la televisión y escuchando hora tras hora, día a día y seguramente un año sí y al otro también, hay que impedir que una mentira multirrepetida pueda convertirse en verdad. Verdad o mantra, qué más da, no sé cómo hay que insistir en que el emérito ni está imputado ni ha metido la mano en la caja como han hecho tantos que ahora le acosan y que no ha huido de España como Puigdemont y su banda. Paralelamente hay que insistir también en que, sin hacer apología alguna de algo tan arcaico como la monarquía, los países con monarquía parlamentaria son los que transmiten mejores logros y, sobre todo, más libertad. Reino Unido, Noruega, Suecia, Bélgica y Holanda se rigen de dicha guisa y nos muestran la matrícula nos pongamos como nos pongamos, que ya somos líderes en todo lo peor.