La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Febrero marcea en San Antonio Abad

Estos días febrero marcea y el tiempo se entibia sólo porque hay quinario y Función en San Antonio Abad

Porque Jesús Nazareno ha estado de quinario y hoy recibe la ofrenda de la Solemne Función a él dedicada, el recién nacido febrero marcea. Como si el Dulcísimo Nazareno regalara a la ciudad un brizna de esa vira de oro de la tarde de marzo sobre la que tan exacta y bellamente, con esa elegancia sólo suya, escribió Joaquín Romero Murube en su antológico artículo Por la tarde de marzo después recogido en Sevilla en los labios.

¿Cómo darle las gracias a quienes ponen en palabras nuestras emociones? Recordándolos y, sobre todo leyéndolos. ¡Ay de Sevilla si los jóvenes ignoran a Romero Murube, a Laffón, a Sierra o a Chaves Nogales! Ellos construyeron con palabras la ciudad que nos habita como Aníbal González, Espiau o Talavera la construyeron con edificios, García Ramos, Bacarisas o Gonzalo Bilbao la construyeron pintando y Albéniz, Turina o Font de Anta la construyeron componiendo.

Fue Romero Murube quien puso en palabras la alegre emoción que nos produce la luz y la tibieza crecientes, la resurrección de la ciudad -abarrotadas las calles por esos girasoles ávidos de luz que somos tantos sevillanos- cuando febrero marcea en estos días que son como un pregón, un anuncio, un anticipo, una promesa o un tráiler de la primavera que, dejado atrás el antipático enero, camina hacia su encuentro con la ciudad. Y lo hizo, para mayor gozo de los primitivos hermanos que llevamos escrito en la memoria y en el corazón el primer viernes de marzo, vinculando la luz de marzo a Jesús Nazareno.

Empieza así el artículo de este maestro de la prosa poética sevillana: "Hay una luz de la Semana Santa, igual que hay una luz especial para la mañana del Corpus o para la tarde de difuntos. Es una luz que los sevillanos saben distinguir muy finamente en su avance lento diario, desde el fondo frío del invierno…". Y termina: "La lluvia ha dejado su alma transparente sobre todas las cosas. En los patios abren sus caras de monjas pálidas las flores de jarro… Todo está inundado de lumbre amarilla… Llegan ecos indecisos, vagos, de cornetas, sueños, procesiones… Es que ha llegado la luz y el viento de la Semana Santa. Por esta vira de oro de la tarde de marzo, viene Jesús Nazareno".

Hoy la niebla es incienso, la noche es carey, la luna es plata, el sol es oro de retablo, el susurro del viento son saetillas y febrero marcea sólo porque hay Función en San Antonio Abad.

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