Mejor caer del ala de un avión

Si usted es mujer, hija, madre o hermana, usted es el demonio en la Tierra para ellos

17 de agosto 2021 - 01:45

Según la ONU, Afganistán es el peor sitio del mundo para nacer, en dura pugna con muchos otros países de este planeta superpoblado de fieras hobbesianas, los humanos: con que haya un porcentaje menor de malos que de buenos, la crueldad está servida, y ahí está la historia para constatarlo. La mortalidad infantil, la violencia en el hogar y en la calle, los abusos sexuales son allí endémicos. Si eres mujer, date por muerta en vida, particularmente si quien gobierna es la religión en su versión de mayor retraso y totalitarismo, la sharia o ley islámica. El talibán es un movimiento nacido en Pakistán e importado con pasión en Afganistán, creado por estudiantes ultraconservadores. De él nacen Al Qaeda y el Estado Islámico, gente dispuesta a matarle a usted por ser cristiano, no importa que usted abomine de la religión.

Si usted es mujer, hija, madre o hermana -quizá en biquini ahora en la playa- usted es el demonio en la Tierra para ellos, alimañas del orden, capaces de lapidar en público a una mujer por algo parecido al adulterio, obligarlas a ir con el horripilante burka para no poner cachondos a los animales masculinos, negarles la educación, la sanidad y el trabajo fuera del hogar -demasiada palabra es ésa aquí-. Muchas mujeres y no pocos hombres en este país puritano en laico y levitando en la estupidez que es España se ponen un burka mental para ignorar esta realidad, y se empeñan en la cosmética de los nuevos banderines de enganche del progresismo primaveral, una vez caída la lucha obrera como causa. Cigarras implacables con cosas mucho menores; sus orejeras puestas.

Les recomiendo -más bien, no-- una película afgana llamada Osama (2003, justo al caer el anterior régimen talibán). Una niña de dos años y su madre son condenadas a la muerte en vida y el abuso al morir su padre y marido. La pequeña se ve forzada a hacerse pasar por un varón -Osama, nada que ver con Bin Laden- para poder ir a una madrassa. Al llegarle la regla, es descubierta. No acaba muerta a pedradas, como hubiera sido probable fuera de la pantalla. Ayer vimos a un hombre caer del ala de un avión de la US Air Force que había despegado del aeropuerto de Kabul. El imperio USA es de pacotilla, ya vemos; nuestro paraguas militar resulta ser del TBO, y permitan la expresión en una tragedia. De qué tamaño era su desesperación, no podemos siguiera imaginarlo.

Por cierto, el noticiario de TVE abundó en la situación que espera a las afganas. No debería, pero me extrañó la dureza -o sea, el realismo- con que trataron el asunto.

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