La ciudad y los días

Carlos / Colón

1944: el 'Nyassa' zarpa de Cádiz

27 de octubre 2014 - 01:00

LOS historiadores y ensayistas -Payne, Avni, Rother, Martín de Pozuelo, Espada, Rohr, Carcedo, Ojeda Mata- debaten y debatirán sobre la relación entre el franquismo y los judíos. Con ironía escribió Payne: "Entre los mitos más prominentes (…) sobre la historia contemporánea de España sobresalen dos. El mito de izquierdas es que la Segunda República seguía siendo democrática durante la Guerra Civil y el mito de los franquistas es que Franco no estaba al lado de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial. Ambos son falsos" (Franco y Hitler, 2008). Una pieza fundamental del mito franquista fue la actuación en la cuestión judía. Pero no todo fue invención o exageración.

A diferencia del nazi, el antisemitismo español no era darwinista. El 12 de octubre de 1934, en un discurso pronunciado en Buenos Aires, el cardenal Gomá marcaba distancias con la Alemania nazi: "La raza, decimos apuntando al ídolo del racismo moderno, no es un tipo biológico definido por la soberbia propia y el desdén a las otras razas, depurado por la selección y la higiene, con destinos transcendentales sobre todas las demás razas". Diez años antes Primo de Rivera había decretado la concesión de la nacionalidad española a los sefardíes, lo que hizo posible la heroica actuación de los cónsules Sanz Briz, Palencia Tubau o Romero Radigales. Primero vistas con malos ojos, estas actuaciones fueron refrendadas por el ministro Lequerica en 1944 a petición del Consejo Judío Internacional, como parte de la estrategia de Franco para congraciarse con los aliados ante la segura derrota de Alemania. El régimen, reticente a la entrada de judíos prófugos en España, salvó miles de vidas concediéndoles visados de tránsito. ¿Oportunismo? Sí. Pero ni aun en los años triunfales de Hitler se persiguió en España a los judíos.

Uno de los prófugos que salieron del puerto de Cádiz en 1944, Moshé Yanai, declaraba a Diario de Cádiz en 2009: "Que el Gobierno español en esa época contribuyó a salvar las vidas de numerosos judíos se comenta mucho aquí, en Israel. Una conocida mía que estuvo con Anna Frank en el campo de concentración de Bergen Belsen, y luego fue una de los refugiados del famoso barco Éxodo me decía el otro día que, al menos, España se portó mejor que Suiza, que enviaba de vuelta a Alemania a aquellos judíos que hubieran cruzado ilegalmente la frontera". Hoy Cádiz conmemora el 70 aniversario de estos hechos.

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