La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Sánchez entra en los templos cuando quiere
SOMOS conscientes de las malas relaciones del PP con el cine. No en vano, algunas de las pitadas más monumentales que han recibido los ministros del partido de centroderecha se han producido en la gala de los Goya. En el Teatro de la Maestranza de Sevilla aún resuena el abucheo que se tuvo que tragar la pepera Pilar del Castillo, entonces mandamás de Cultura, cuando fue al estreno de la película Polígono Sur. El arte de las Tres mil, de Dominique Abel. Eran los años de Irak y a la ministra no se le respetó siquiera su glorioso pasado maoísta de la Joven Guardia Roja. Eso sí que fue una pitada y no las que la derechona madrileña le dedica a los presidentes socialistas en los desfiles del 12 de octubre. Las dos Españas se dividen el cotarro así: el cine para las broncas de la izquierda y las paradas castrenses para las de la derecha.
Decíamos que somos conscientes del desencuentro entre el PP y el cine español. Pero no nos podíamos imaginar que esa antipatía fuese tal que le llevase a votar en contra de una proposición no de ley en el Parlamento de Andalucía para que se proyecte, en los institutos de la comunidad, España, la primera globalización, el magnífico y riguroso documental de José Luis López-Linares sobre la forja del imperio español y sus detractores.
Probablemente sea una cuestión de táctica política para distanciarse de Vox (impulsores de la frustrada iniciativa), aunque para eso haya tenido que votar con la izquierda más negrolegendaria. Cada partido es libre de tomar las cañadas, cordeles y veredas que estime convenientes. Pero el PP y el Gobierno de Juanma Moreno han perdido una magnífica oportunidad para mostrar a los escolares andaluces una excelente película divulgativa sobre la Hispanidad, con historiadores de primer nivel (Carmen Iglesias, John Elliott, Fernando García de Cortázar, Miguel Ángel Ladero Quesada, Manuel Lucena Giraldo...) que rebaten sin ningún tipo de complejo las mentiras e intoxicaciones que se vierten sobre los antepasados de esos mismos escolares. ¿Sabía el señor Moreno que España fue uno de los últimos países europeos en expulsar a los judíos? ¿O que México no lo conquistó Cortés en solitario, sino gracias a una gran confederación de pueblos indígenas que odiaban a los opresores aztecas? ¿O que el gran exterminio indígena se inició después de las independencias americanas? ¿O que la alineación del imperio de los Habsburgo con el Ming inició la primera gran globalización? ¿O que Madrid era un villorrio al lado del México virreinal? Probablemente no. Más cómodo es tragarse la leyenda negra con tal de no votar con Vox.
También te puede interesar