La Sevilla que queremos

Diario de Sevilla cumple 20 años contando cada mañana en papel y desde hace unos años cada minuto en digital, la actualidad que nos describe como sociedad, que nos refleja como comunidad y que nos proyecta como la realidad viva, colectiva y compartida que somos y que queremos ser. Titular a titular, la apuesta que viene haciendo el Grupo Joly y que profesionalmente ejecuta la redacción del periódico intenta parecerse cada día más a Sevilla. Nació entre siglos. Contó la post-Expo, aquella histórica gran transformación de la ciudad, y después las peatonalizaciones, el carril bici, las Setas, el tranvía, la primera línea de metro, la apuesta por la dotación en los barrios. Y más recientemente nuestro despunte como ciudad de referencia en Smart City, nuestra innovación made in PCT Cartuja, el éxito de nuestro deporte, nuestra escalada en el posicionamiento internacional ligado a la cultura y al patrimonio, como ciudad que visitar, en la que vivir y para invertir. Contó 20 Semanas Santas y 20 Ferias de Sevilla.

Toca crecer y profundizar. Como toca mejorar en la búsqueda de "la Sevilla que queremos", para la que hemos sentado las bases de qué hacer y de cómo hacerlo en un horizonte temporal ambicioso y apretado, a la vuelta de 2030.

El punto de partida es crítico con las realidades sociales de algunos barrios sobre los que tenemos -y lo vamos a hacer- que actuar con más intensidad y recursos, pero también permite la ilusión, el optimismo y la esperanza.

Como termómetro de lo sensible, desde 2015 venimos siendo una de las capitales líderes en el aumento del empleo en España, puestos de trabajo que vienen de la reactivación económica, de la atracción de inversiones privadas, y del impulso para hacer que el propio Ayuntamiento sea locomotora que genere economía y empleo, y no sólo en los sectores turístico o de servicios, sino con el industrial escalando posiciones. Pero hay que mirar el futuro con perspectiva y con estrategia, salir del ámbito doméstico y desarrollar liderando todo el potencial metropolitano.

Sevilla es la cuarta provincia que más aporta al PIB nacional, tras Madrid, Barcelona y Valencia, y eso requiere que las administraciones (todas, incluida la coordinación entre los ayuntamientos vecinos) y el sector privado apretemos el paso con un modelo equilibrado y sostenible medioambiental y socialmente. Pero sostenible también por la diversificación de manera que nuestra economía se vuelva más fuerte frente a futuras crisis.

Queremos que se generen mayores inversiones y empleos, a la vez que hacemos una Sevilla más inclusiva y nos aseguremos de que llegan los frutos del progreso a todos nuestros barrios. Economía e inclusión social ligados estrechamente; de la mano.

El sigo XXI será el siglo de las ciudades. El 80% de la población de los países desarrollados ya vive en ciudades. En 2030 habrá 104 grandes concentraciones urbanas con más de cinco millones de habitantes. Pero serán los entornos metropolitanos con más de un millón los que en mejor posición estén con las ventajas de atracción de actividad económica, pero con menores deseconomías de escala, es decir, con menor impacto negativo: menores costes en precios de la vivienda, menores problemas de congestión del transporte y de contaminación, etcétera. Ése es el escenario en el que Sevilla quiere jugar su papel metropolitano. Ése es el diseño de nuestro Plan Estratégico y que coincide con nuestros compromisos con los Objetivos mundiales de Desarrollo Sostenible.

Ahora que el 10 de agosto arranca la conmemoración de los 500 años de la primera vuelta al mundo, es evocador pensar en aquella Sevilla, "la Nueva York de los siglos XV y XVI", como una vez escuché. Ése es un buen enganche de motivación para construir juntos en los próximos años una Sevilla cosmopolita del siglo XXI, sostenible, justa, igualitaria y activa como capital económica y social.