La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Demasiados niñatos en la política
La gente ya no está para tonterías", dijo Colau a propósito de la independencia de Cataluña. Suficiente para llenar los telediarios y que nos pongamos a sacarle punta al lápiz de esta inopinada y, creo, inesperada afirmación de la alcaldesa de Barcelona, de los "comunes". "Es mejor aterrizar. Después de una pandemia y la crisis climática, la gente ya no está para tonterías". Poco antes había argumentado lo mollar: "No hay ninguna condición para plantear un referendo a corto plazo". Horas después, la alcaldesa ha matizado sus palabras en un comunicado en el que ha insistido en que el concepto tonterías no se refería al referéndum "en sí", sino a "hacer polémicas con temas menores como si Pedro Sánchez va o no va a una reunión, a las peleas entre partidos y las promesas irreales a corto plazo". David Cid, portavoz de En Comú Podem, ha salido al paso de las declaraciones de la alcaldesa insistiendo en que no se refería a un referéndum sino a "las constantes polémicas" políticas, al "pim pam pum", y ha recalcado que la formación "siempre" ha defendido "el referéndum acordado con el Estado". Si bien Aragonès ha venido hablando últimamente de ese referendo para 2030, la alcaldesa no acaba de ver ese horizonte de nueva confrontación y ha manifestado lo que íntimamente, o tácticamente, considera una tontería. A unos días de la reunión de la famosa Mesa que materialice la ficción de la bilateralidad, otra tontería que no se le ha ocurrido decir a la alcaldesa, a la que el presidente Sánchez no creo que vaya acudir, aunque con este presidente del gobierno todo es posible, lanza la pedrada Colau. A la charca hedionda que es el procés catalán. Ahora la tontería, mañana la bilateralidad, el otro día Puigdemont pactando con Putin la desestabilización de la Unión Europea, estas cosas fantásticas… Pero nadie dice a los españoles cuántos millones se han llevado los Pujol, a cuánto asciende el quebranto de la malversación de la gran farsa del referendo ilegal, y en general el dinero detraído de los impuestos de todos los españoles para toda esta faramalla del independentismo que no lo es tanto. Pero atención, lo de la Colau viene al mismo tiempo que una entrevista del inefable Rufián a una joven batasuna que no sabe que su lehendakari se llama Urkullu ni que Felipe VI no es el "Rey viejo" y que vive como extranjera en su propio país, asegura, que sigue siendo España. Va a ser, si no lo es ya, de lo más visto en las redes sociales. De película de Santiago Segura. O de Paco León. Algo así como los monos de Gibraltar. España.
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