Todo lo que pasó el jueves en la plaza manriqueña con el paso de hermandades y esos bueyes subiendo la escalinata de la parroquia va a revivirse hoy. Triana, tan especial en sus cosas, deja el saludo a Villamanrique para la vuelta, cuando ese camino se hace bonito y triste a la vez. Ya es camino de vuelta y con la nostalgia muy fresca, en Villamanrique se renuevan sensaciones que no se olvidarán y que serán el acicate para repetir dentro de un año. En este martes de Pentecostés, nuevamente la Plaza de España y la iglesia de Santa María Magdalena escenificarán uno de esos actos que forman las señas de identidad de la mayor romería de la Cristiandad. Mas intimista que el jueves, este martes significará el adiós de la hermandad trianera a su igual la manriqueña. Triana es así y el saludo lo deja para la vuelta en absoluta intimidad y sin que haya moros en la costa. Triana.