La Andalucía amplia: toros y mascotas

Caben todos los sonidos para el Gobierno transversal: el ladrido, el maullido y el mugido

Toros, política y marco mental

Hemos sido engañados

El presidente Moreno sostiene una mascota.
El presidente Moreno sostiene una mascota. / M. G.

25 de septiembre 2025 - 04:00

El presidente Moreno abrió el telediario regional anunciando las bonificaciones fiscales para los amos de mascotas. Directamente su testimonio, sin más titulares. El espectador andaluz, de avanzada edad, creyó que era un fallo del repetidor de la señal de televisión de Guadalcanal. Se habría colado el audio de algún canal temático de caza y pesca, o de un documental de La 2. Pero no se había producido ninguna interferencia. El anuncio era real. El presupuesto para el año 2026 incluirá rebajas fiscales de las que se podrán beneficiar hasta 182.000 ciudadanos con una deducción del 30 por ciento en gastos veterinarios –con un límite de hasta 100 euros– durante el primer año para las familias que adquieran una mascota. Hay supuestos en que la deducción es permanente. En una sociedad con más perros que hijos, el anuncio es un dardo en el centro de la diana electoral. Recuerda a la apuesta inédita de un partido por el sector de la caza, caso de Vox, cuando quedó al descubierto el caladero de votos, el peso económico y el tirón popular de la cinegética. La sociedad evoluciona, los usos cambian, los modelos de familia se diversifican, las mascotas hacen más compañía que muchas personas y, sobre todo, generan menos problemas. Y ahora, además, entran en el tablero de juego la Inteligencia Artificial, los algoritmos y otras herramientas tan útiles como de alto riesgo. Juan Carlos Blanco (La tiranía de las naciones pantalla, editorial Akal) alerta en su último libro sobre el peligro de sustituir la compañía de una persona por cuanto nos diga el ChatGPT de turno sobre qué cenar, la ciudad a la que viajar, qué regalo comprar, etcétera.

El Gobierno andaluz logra un doble efecto. Abre la opción a que se beneficien 182.000 andaluces y, nunca se olvide, guarda los equilibrios tras el fuerte apoyo que da a la Fiesta de los Toros. Una vez en el altar animalista y otra en el de la Tauromaquia. Todos contentos con el cortejo de la procesión a meses de que se abra el templo electoral. Ni un andaluz sin perro ni sin deducciones fiscales. Ni una gran feria sin una o varias tardes televisadas. Con el presidente Moreno estamos felices como en esas tómbolas de megafonía estruendosa: “¡¡¡Siempre toca, siempre toca, cuando no un perro, una pelota!!!”. Taurinos y animalistas, todos tienen sitio en el PP andaluz. Pasen al fondo que hay huecos. Todos satisfechos. El aficionado de puro y el amante de los míninos. Está muy bien oír propuestas tan novedosas, porque estamos hartos de tanta cacatúa. Aunque ahora también bonifican por ellas. Todas las cacatúas son algún tipo de loro, pero no todo loro es cacatúa. El Gobierno andaluz es taurino y fomenta las mascotas. Andalucía transversal. Guau. Miau. Y todos los sonidos.

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