María José Guzmán

Un destino para nómadas digitales

Puntadas con hilo

Sevilla se pone de moda para visitantes que representan la antítesis del turismo de masas

18 de enero 2022 - 01:45

No son exactamente turistas. Y, unque la pandemia impulsa su figura, se viene hablando de ellos desde hace algunos años. Son los nómadas digitales y forman también parte del discurso del nuevo alcalde que está dando ya un giro importante al modelo de gestión turística. ¿Hacia dónde? Su intención es aprovechar el potencial del turismo y su fórmula de éxito en Sevilla para que otros sectores económicos crezcan en la ciudad. Por ahí van los tiros. No es casual que las competencias de turismo se gestionen conjuntamente con las economía y comercio en esta nueva etapa inaugurada por Antonio Muñoz.

La estrategia no es sólo municipal. Hay ya empresas y portales inmobiliarios que cuentan con ofertas especiales para nómadas digitales: pisos en pleno centro que permiten disfrutar de la ciudad mientras se trabaja, adaptando incluso el espacio para ambos menesteres. Así, se publicitan apartamentos con una conexión a internet de mayor calidad, dormitorios que se transforman en espacios de trabajo con mesa, impresora-escaner y silla de oficina para poder teletrabajar desde el corazón de Sevilla.

En realidad es una moda exportada de Silicon Valley que gana adeptos en la capital que, según algunos rankings especializados, es ya la quinta ciudad de España preferida por los nómadas digitales. Según algunas plataformas de alquiler turístico, la demanda de alojamiento de estas personas que trabajan para una empresa desde cualquier parte del mundo ha crecido un 240% en un año en la provincia sevillana. Es lógico, puesto que este tipo de viajero busca calidad de vida y buen clima, a lo que hace falta añadir buenas conexiones para trabajar, en la red y las comunicaciones. Y Sevilla cuenta con estos atractivos, mejorables, pero existentes y a disposición del visitante.

La pandemia revolucionó estos mercados y aceleró tendencias que han dejado de ser extravagancias. Y hasta el sector hotelero se reinventó en los meses más duros de esta crisis sanitaria para convertirse en opciones válidas para el teletrabajo. También hay edificios de oficinas que hace ya un tiempo que abrieron sus puertas a estos nómadas, habilitando lo que se conoce como coworking; un ejemplo es Galia Puerto.

Hay destinos como Madeira, en Portugal, que han tomado la delantera. En dicho archipiélago hay un pueblo entero dedicado a ser un edén para los nómadas digitales: Digital Nomads Madeira, proyecto impulsado por el propio Gobierno luso y una startups. Sin llegar a este extremo, Sevilla puede ser igualmente un paraíso para este tipo de viajero y, hecho, hay quienes apuntan que el nómada digital es el turista del futuro. ¿Por qué? El nómada digital huye de la masificación, quiere explorar nuevos territorios fuera de temporada, analizar en profundidad el destino y formar conexiones locales más auténticas. Y esto reduce los impactos negativos y rompe la estacionalidad.

Sevilla se ha sumado también a esta tendencia y, de momento, es todo un acierto.

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