AL grano. El episodio de Cuéntame un cuento dedicado a Hansel y Gretel fue memorable. La presencia de Blanca Portillo como bruja mala prometía, pero hay que reconocer que la composición que de ella hizo la actriz, partiendo del perverso guión de Carlos Montero y contando con la ajustada dirección de Salvador Calvo, fue de esas 'atrapamiradas' que te coge por el cuello desde que aparece en pantalla y ya no te suelta hasta el último minuto.

Fue escabroso, digámoslo también alto y claro, el Hansel y Gretel presentado por la productora Eyeworks (sí, es la misma de Adán y Eva). Está fuera de toda duda que son capaces de poner en marcha un tipo de producto televisivo alejado de la mojigatería. De ahí que contando con esa complicidad el guionista Carlos Montero pergeñase una de las historias más oscuras, pesadillescas y sucias de la ficción patria. Ese ambiente malsano reproducido minuto a minuto, y esas decisiones nada complacientes aúpan este episodio en particular y a la serie en general como una verdadera rara avis.

En orden de emisión, el cuarto capítulo era el de la adaptación de Bella y Bestia, con Michelle Jenner y Aitor Luna, pero la coincidencia con el final de Isabel alentó a los responsables de la cadena a invertir el orden y no incurrir en contraprogramación de la misma actriz. Hicieron muy bien. Pero es posible que eso le restase espectadores. Quienes la recuperen en los próximos días van a quedar muy sorprendidos.

Y es que, salvando las distancias, existe un punto Haneke en esta adaptación. Algo impensable teniendo en cuenta que hablamos de un cuento infantil y de una serie que se supone destinada al prime time de la televisión generalista.

Lo escabroso campa a sus anchas por la pantalla. Y Blanca Portillo, excelsa, está muy bien secundada por Marcel Borrás y Aitana Hercal. Enhorabuena.