La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La alegría de Fito
EN la tradición católica del Rosario, se suele decir que "la familia que reza unida permanece unida". Esto suena a carca en estos tiempos, pero es verdad. No obstante, en el Ayuntamiento de Sevilla se ha adaptado este concepto a la modernidad laica. Y como el trabajo, en esta época zapateril, se ha convertido en algo milagroso, han reformulado los viejos fundamentos para concluir lo siguiente: "la familia que trabaja unida permanece unida". Aunque sea de Izquierda Unida, donde nunca hubo demasiada unidad.
Contra las familias piadosas unidas va el demonio, y contra las familias trabajadoras unidas va Zoido, en particular, y el PP en general. Este hombre, como no salió alcalde, pese a ser el más votado, según él mismo recuerda, debe estar aburrido y se ha dedicado a la investigación. Su especialidad son las madres, padres, suegros, hermanos, cuñados, ex cuñados y otros parientes variopintos, sobre todo los primos, que le salen estupendos. Te sale un cuñado por aquí, una ex cuñada por allí, un primo informático, otro que sabe hacer sus cositas, y los que se encuentran en la Piscina Municipal de San Pablo, como por casualidad. Esto no es una piscina, esto es una mina mejor que la de Riotinto. Es increíble la afición a la natación que había en Sevilla, y no nos habíamos enterado. Igual que no nos enteramos de lo que pasó con la cubierta de la Copa Davis. El aguafiestas del Zoido, al que no le gustará bañarse en esas aguas turbulentas, supongo, en vez de nadar y guardar la ropa, se dedicó a denunciar estas cosas y a repartir papeles por aquí y por allí, fastidiando a las familias unidas trabajadoras, sin el menor miramiento, para que se les corte la digestión.
Ya ha dimitido uno, Lolo Silva, que llevaba una carrera prometedora, según han reconocido todos sus amigos, menos su compañera Concha Caballero. ¿No puede ser una casualidad que su señora madre estuviera empleada en la susodicha piscina? No será tan raro, si allí trabaja media Sevilla unida, a pesar del paro. Se ha publicado que también se colocó allí el papá de la número 4 de IU, Ana García Reina, que es hermana de la antigua novia de Lolo. Otra pregunta para el acertijo: si este caballero es el padre de la hermana de la ex novia, ¿qué le tocaba al señor concejal? Pues nada, ni siquiera existía parentesco en séptimo grado, esta vez no ha tenido necesidad de escarbar en las raíces del árbol genealógico, que tiene ramas de lo más vistosas.
Por tres casualidades, esta criatura ha dimitido. Y en IU se saltan el escalafón, contra todas las normas de género, para poner a José Manuel García, que fue gerente del IMD con Lolo, en vez de nombrar a la muchacha cuyo padre trabajó en la piscina. ¿Otra vez la dichosa piscina? Allí han aprendido a nadar familias enteras.
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