La foto de la imprudencia

Moreno aparece en una fiesta sin mascarilla y arrimado a otros invitados. Las redes se incendian con razón

El presidente de la Junta se excusa: "fue un momento de descuido"

El presidente de Andalucía Juanma Moreno sin mascarilla en una fiesta
El presidente de Andalucía Juanma Moreno sin mascarilla en una fiesta

12 de julio 2021 - 01:46

Los políticos son seres humanos. Como los jueces. Pueden meter la pata como cualquiera. Y de hecho la meten. Están sometidos a un grado de exigencia supino, a un deber de ejemplaridad y a una fiscalización continua. Son las contraprestaciones del poder. Pueden hacer la gestión más seria de la pandemia, combinando rigor sanitario con los legítimos objetivos políticos, que la imagen se va al traste al trascender una fotografía en la que echan los brazos por el hombre a los acompañantes y casi nadie luce la mascarilla que, por cierto, defienden que se debería seguir llevando obligatoriamente en toda España. Justamente eso le ha pasado al presidente Moreno, a quien lo han pillado de parranda, con el rostro descubierto y sin guardar la distancia de seguridad. ¿Dónde vas, Juanma Moreno, sin mascarilla y arrimado a los invitados como en una bulla esperando la salida de un trono? Puedes reabrir el hospital militar de Sevilla, ganarte el elogio de los médicos, que por cierto deberían darle algún título honorífico sólo por recuperar el edificio para uso sanitario, pero meter la pata en el peor momento por un desliz de vanidad.

Si los políticos dejaran de retransmitirnos su vida personal, no pasarían estas cosas. Aunque quizás la clave de la dichosa foto sin mascarilla sea que tenemos un presidente andaluz que no pasa calor. Qué alegría, qué envidia de hombre. Siempre sonriendo, Moreno no suda. Media España arrastrándose por el calor todo el fin de semana, mientras Moreno no paraba de recibir parabienes y peticiones de fotos. ¡Con lo que suda la gente, por favor! ¡Si la distancia en los días de fuerte calor debería ser obligada! A Moreno se le echaron encima los socialistas por culpa de la foto de la imprudencia. ¡Cómo le arreó el ex alcalde de Jun, el tuitero por antonomasia, con sus 400.000 seguidores! El compañero Dani Cela le recordó los miles de contagiados en Andalucía. Rubén Sánchez dejó dos banderillas clavadas con los colores de la Facua. Vox no tardó en calificar la fotografía de insulto a los hosteleros. El de ayer pudo ser uno de los domingos más incómodos para el presidente, que para colmo apareció en la foto de la imprudencia junto a la consejera de Cultura, Patricia del Pozo.

El hombre moderado, o que tiene la habilidad de aparecer como moderado, cometió un desliz. Tiene todo el derecho del mundo a ir de fiesta, pero cumpliendo las normas. No podemos tolerar políticos que no guardan una conducta ejemplar a la hora de respetar las normas que ellos mismos promulgan y defienden. Ya lo dice el maestro Burgos, hijo predilecto de Andalucía. Qué manía con echarle el brazo por el hombro a la gente en las fotos. Te pillaron, Moreno.

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