Moreno no quiere ser Mazón

10 de noviembre 2025 - 03:09

No lo ha criticado abiertamente, apenas ha comentado ni en público ni en los corrillos lo que le parecía la gestión de la dana de Carlos Mazón, más allá de calificar como “oportuna” su dimisión. Pero el presidente de la Junta ha dejado claro, esta vez sí en público, en privado, y en los corrillos informales con los periodistas, que no quiere ser como Carlos Mazón.

Porque cada vez que se le pregunta por la crisis de los cribados del cáncer de mama, (crisis política que el Gobierno andaluz da por cerrada y que la oposición insiste en estirar) su respuesta es la misma “yo doy la cara”. Y defiende que no sólo la da sino que también se han reconocido los errores, se ha pedido perdón a las víctimas y se ha puesto en marcha un plan para resolverla. Eso además de asumir responsabilidades. Hasta la fecha, mañana hay Consejo de Gobierno es, por lo tanto, día de ceses, seis personas han salido de la cúpula del SAS y sólo dos de ellas han dimitido por propia iniciativa, a las demás las han invitado a marcharse.

Los grupos de la oposición entienden que esa asunción de responsabilidades sólo se vería cumplida si Juanma Moreno presentase su dimisión, lo que no deja de ser una petición un tanto curiosa teniendo en cuenta cómo está el panorama nacional, donde un ex ministro de Transportes y ex secretario de Organización del PSOE federal, José Luis Ábalos, está imputado por varios y graves delitos y mantiene su escaño de diputado. La cosa no es que Ábalos no quiera marcharse de su sillón en el Congreso, lo que podría entenderse, sino que nadie en el PSOE le ha exigido que deje el acta.

Pero al margen de las comparaciones, hay cosas que el PP sabe fehacientemente que ha hecho mal. Todavía se escuchan en los pasillos de la Consejería de Sanidad las voces de los alcaldes populares de la comarca del Distrito Sanitario Aljarafe Norte que pedían a gritos el cese de su gerente cuando la vieron, de la noche a la mañana, convertida nada menos que en la Consejera de Salud. Nadie los escuchó en San Telmo.

Ahora esperan que esas “toneladas de diálogo” que Moreno le ha encargado a Antonio Sanz sirvan para algo. Aunque sea para demostrar que el presidente andaluz no es, efectivamente, como Mazón.

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