DIRECTO Así han votado los sevillanos: resultado de la consulta sobre la Feria

DERBI Joaquín lo apuesta todo al verde en el derbi

La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

El urbanita y el pueblo

Las dos Españas de Iglesias: el Madrid de los urbanitas de izquierdas y el pueblo con sus tradiciones provincianas

Entre las surreales declaraciones de Pablo Iglesias a nuestro veterano hermano mayor Diario de Cádiz, con motivo de la adhesión del alcalde podemita gaditano a la concesión de la Medalla de Oro a la Virgen del Rosario, hay una a la que le doy vueltas intentando, no comprenderla, sino comprenderme a mí mismo como provinciano. Iglesias dijo cosas muy pintorescas, interpretando las noticias que le fueron transmitidas por el alcalde de Cádiz como si este fuera el gobernador de una provincia de la India británica explicándole a un lord de la capital del Imperio las costumbres de los nativos. "Me habló -dijo Iglesias- del carácter de dignidad popular que significaba esa Virgen y que en una ciudad como Cádiz, con esa tradición anarquista y liberal, esa Virgen, tan vinculada a las cofradías de pescadores, no va unida al conservadurismo que nos podría parecer desde fuera".

Pero no fue esta gilipollez la que me sumió en la mayor de las confusiones, sino estas otras palabras: "Para alguien de Madrid suena raro [la concesión de la medalla]… Los urbanitas de izquierda tenemos que aprender a respetar esas tradiciones tan arraigadas en el pueblo". Lo de "alguien de Madrid" suena al más rancio elitismo centralista que entiende que fuera de la capital del reino hay una terra ignota llena de oscuridad y supersticiones, tan alejada de las luces de Madrid que sus bárbaras costumbres resultan por completo extrañas a los madrileños. Será que el Cautivo de Medinaceli, San Isidro, San Antonio de la Florida o las Vírgenes de la Paloma, de Atocha o de la Almudena son supersticiones ajenas a Madrid, llevadas allí por los aborígenes de las provincias/colonias de la España profunda.

Peor aún es lo de que "los urbanitas de izquierda tenemos que aprender a respetar esas tradiciones tan arraigadas en el pueblo". ¡Vaya, hombre! Así que además de estar dividida entre las luces de Madrid y la oscuridad de las provincias/colonias, España lo está también entre los urbanitas de izquierdas y el pueblo. Agobiado, consulto en la RAE el significado de urbanita. Hay una única acepción: "Persona que vive acomodada a los usos y costumbres de la ciudad". ¡Qué lío! ¿Sólo son urbanitas los de Madrid? ¿Cádiz no es una ciudad y, por lo tanto, los gaditanos no son urbanitas? Y en cualquier caso, ¿cómo Iglesias se siente tan alejado de ese pueblo al que presume de representar frente a la casta? A ver si nos aclaramos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios