José Ignacio Gómez

Fallece el médico de Pilas

Amaneció triste y solitario nuestro pueblo el 18 de marzo, en el quinto día de confinamiento del infame virus que nos tiene paralizados. Día gris y frío que se hace más duro si cabe cuando te llega la noticia que no esperas: el médico del pueblo, el médico pediatra por el que tantos niños y pileños hemos tenido la suerte de sanar en sus manos, nos ha dejado para siempre tras no superar una grave afección.

Pilas no se entendería en la época contemporánea sin esta figura y estoy seguro de que tampoco don José Manuel podría haberse desarrollado tanto profesional y humanamente sin el carácter y la idiosincrasia de Pilas y los pileños. Ese pueblo que lo acogió como vecino hace más de cincuenta años, en el que ha ejercido su profesión y conformado un hogar y una familia excepcional, que puede estar orgullosa de este hombre reconocido por su labor con multitud de premios y honores, como el título de Médico Ilustre de Sevilla. Pero si hay una distinción merecida es, sin duda, la de su pueblo, sí, porque aunque no fuese natural de este municipio, don José Manuel era un pileño más.

Homenaje de Pilas por partida doble, primero con la rotulación de una calle con su nombre y, recientemente, el título de hijo adoptivo de la Villa. Ambos impulsados desde la Corporación Municipal del Excelentísimo Ayuntamiento con el apoyo vecinal y asociativo. Te vas, don José Manuel, orgulloso y satisfecho de tu trabajo, te vas con el honor de haberte implicado al máximo en la vida social y solidaria de Pilas para aportar tu granito de arena y tus conocimientos. Te vas habiendo curado a muchos de nosotros.

Te vas, desgraciadamente, en un momento en el que no vamos a poder despedirte como mereces. Estoy seguro de que acabar con esta pandemia sería tu caballo de batalla y llegar a ese momento el mejor homenaje posible que podemos hacerte. Y llegará ese día en el que podamos abrazarnos y besarnos con tu familia para recordarte. En la seguridad de que estarás con muchos paisanos y amigos en el cielo, dale un beso a todos, a mi padre, a mis abuelos...

Don José Manuel, nos quedamos con tu sonrisa, con tus bromas y con tus pellizcos. Gracias por todo. 

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