El ministro de Cultura afirmó hace unos días en una entrevista que él “no debe recomendar ni fomentar ir a los toros; al teatro sí porque es pacífico”. El señor Uribe no ha debido ir mucho al teatro porque ignora que en las salas se representan funciones de todo tipo, no sólo las cómicas y las románticas.

Las hay también de terror y de asesinatos. Y lo que es aún peor, desconoce por completo su labor como representante del poder público a cargo del Ministerio de Cultura, que no es otra que la de conservar, proteger y promover la tauromaquia, como marcan la Ley, la Constitución y el Tribunal Constitucional, al tratarse de una actividad que pertenece al Patrimonio Cultural de España desde el año 2013. No hacerlo así es prevaricar.