La organización conservacionista Forestier de Castilleja de Guzmán advirtió ayer que las últimas lluvias y la falta de protección del dolmen de Montelirio -declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y sobre el que pesa un proyecto de recuperación- han ocasionado que el monumento sepulcral haya sufrido una acumulación de lodos y vertidos de residuos.

La portavoz del colectivo, Isabel Medrano, explicó que las recientes lluvias han convertido en un "pozo" el corredor del dolmen, donde las últimas excavaciones arqueológicas rescataron 16 inhumaciones femeninas y unas 4.000 cuentas de collar. El alcalde de la localidad, Carmelo Ceba, había anunciado la adquisición de una "cubierta" para proteger el conjunto funerario, que la Consejería de Cultura pretende hacer visitable. Medrano alertó de que la vallas del recinto pueden caer sobre el dolmen y hasta de la presencia de "una chabola semiderruida". La representante de Forestier acusó además al Consistorio de haber convertido en "parking municipal" parte de la zona protegida.